La fortuna de los
Carceller: del franquismo al banquillo
- El patriarca de los Carceller, ministro
de Industria en 1940 y aliado de la Alemania nazi, es considerado por el
historiador Josep Fontana como "el iniciador de la corrupción a gran
escala" del franquismo
- El hijo y el nieto del político
franquista tejieron una enorme red de empresas en paraísos fiscales para
no pagar impuestos en España
- La Fiscalía Anticorrupción solicita para
ellos penas de 48 y 14 años de prisión por fraude fiscal y blanqueo de
capitales
La Fiscalía
Anticorrupción ha culminado su investigación sobre el patrimonio de la familia
Carceller pidiendo 48 años de cárcel paraDemetrio Carceller Coll y 14
para su hijo Demetrio Carceller Arce. Ambos son los
propietarios de un importante conglomerado de empresas, entre las que se
encuentra el Grupo Damm. Pero el escrito del fiscal, y también el
del magistrado de la Audiencia Nacional encargado del caso,Pablo Ruz, va
mucho más allá del inmenso fraude a Hacienda que ya se venía produciendo
"al menos desde 1990".
El texto supone un varapalo judicial para una familia que
apuntaló su riqueza durante el primer franquismo. "Se ha dedicado a
ocultar sus rentas y patrimonio a la Hacienda Pública española, simulando
residir fuera de España, en concreto en Portugal y Reino
Unido, con la finalidad de poder ser considerado como no residente y, de
esta manera, eludir el cumplimiento de sus obligaciones tributarias en
España", reprocha el representante del Ministerio Público, que
acusa a Demetrio Carceller Coll de trece delitos por haber defraudado a
Hacienda más de 72 millones de euros. A estos delitos el fiscal suma el de
blanqueo de capitales. Al contrario de lo que alega Carceller Coll, tanto él
como su mujer, María del Carmen Arce, han residido en España tanto en su
domicilio de Madrid como en Galapagar (Madrid), si bien para ocultarlo habían
adoptado numerosas medidas de precaución: "Como evitar frecuentar
restaurantes o sitios de ocio; realizar sus pagos en efectivo o delegar en su
hijo", Carceller Arce, la firma de cualquier negocio u operación
económica. Precisamente, al actual presidente de Damm, Demetrio Carceller Arce,
se le atribuyen cuatro delitos contra la Hacienda Pública, en concreto por el
fraude de IRPF correspondiente a los ejercicios fiscales de 2007, 2008 y 2009 y
por el fraude sobre Impuesto sobre el patrimonio correspondiente al ejercicio
fiscal 2007, además de un delito de blanqueo de capitales. Anticorrupción le
pide por ello 14 años de cárcel y multas millonarias.
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Ambos empresarios son el hijo y el nieto del patriarca de la familia: Demetrio
Carceller Segura, que nació en 1894 en la localidad de Las Parras de Castellote
(Teruel), pero que siendo niño emigró junto a sus padres a Terrasa (Barcelona).
Fallecido en 1968, este falangista de la viaja guardia, pues fue una de las
personas que ayudó a José Antonio Primo de Rivera a fundar el
movimiento fascista español, fue nombrado el 17 de octubre de 1940 ministro
de Industria de la dictadura de Franco. Pronazi convencido, es considerado
también, tal y como recuerda el historiador Josep Fontana en
su obra La
economía del primer franquismo (pdf), "el iniciador de la
corrupción a gran escala" del franquismo. "Y es evidente que
dejó el Gobierno con una fortuna inmensa", confirma el historiador
catalán.
"POR SUS
MANOS PASAN MILES DE MILLONES"
Precisamente Fontana cita un manuscrito de la época cuyos autores estaban
vinculados a Juan de Borbón, el padre del actual monarca, Juan Carlos I, que
explica el perfil del patriarca familiar de los Carceller, que estudió la
carrera de ingeniero textil: "Ninguno de los negocios, empresas,
industrias, comercios, permisos de importación, de exportación, negocios
bancarios, establecimientos de industrias o su ampliación, o de comercios, ni
una sola actividad industrial, comercial o de la banca españolas puede
realizarse sin contar con el beneplácito de don Demetrio
Carceller", por cuyas manos pasan, añadía el documento,
"miles y miles de millones de pesetas". Según Fontana, el dinero
pasaba, "pero no sin dejar peaje".
En el seno de la familia Carceller no sufrieron las privaciones de la
posguerra. Más bien todo lo contrario. Demetrio Carceller Coll y sus dos hermanas,
María y Josefina, pudieron presenciar como su padre amasaba una inmensa
fortuna, que tuvo su origen inicialmente, cuentan los historiadores, en el negocio
de los combustibles. En los años 30 el patriarca funda la
empresa DISA Corporación Petrolífera. Y ahí es cuando este
empresario comienza a mantener contactos conproductores de petróleo de
Estados Unidos y otros países. Pero sobre todo "genera en Canarias una
red de amistades y contactos políticos, en las empresas públicas Campsa y
Cepsa". El papel de Carceller fue fundamental tras el golpe de Estado del
general Francisco Franco que acabó con la democracia en
España. Tras el golpe de Estado abandona Cataluña y se desplaza a Burgos. Ahí
forma parte de la comisión de Industria y Comercio del gobierno provisional de
Franco denominado Junta de Defensa de Burgos. Los cronistas le
atribuyen un papel vital a la hora de convencer a empresarios norteamericanos
para que suministraran combustible a los militares golpistas.
PARTIDARIO DE LA
ALIANZA CON LA ALEMANIA NAZI
El 13 de septiembre de 1940, meses después de acabar la guerra civil,
Carceller, que era partidario de que España se aliara a Alemania y
entrara en la II Guerra Mundial, formó parte de la comitiva española
encabezada por Ramón Serrano Súñer con destino al Berlín de Hitler. En este
viaje se habló de la entrada de España en la guerra, y fue el preludio de la
reunión que se produjo en la localidad francesa de Hendaya entre los dos
dictadores fascistas: Adolf Hitler y Francisco Franco. El periodista español
Ramón Garriga, en su libro La España de Franco, editada en dos
tomos en México en 1970 y en 1971, atribuye a Carceller la siguiente
cita. "A la hora de la victoria verá Hitler quienes han sido sus
verdaderos amigos y recibiremos el premio que nos hemos merecido".
Unos días después de que la delegación española volviera de Alemania, el 17 de
octubre de 1940, el dictador Franco firmó un decreto en el que nombraba
ministro de Asuntos Exteriores a Ramón Serrano Súñer, y de Industria y Comercio
a Demetrio Carceller Segura, ambos partidarios de la Alemania hitleriana. Por
cierto que la evasión fiscal ya se practicaba entonces. Según publicó el
banco suizo ABS en 1997, Súñer y su mujer, la hermana de la esposa del dictador
Franco, ya
habían abierto una cuenta en Suiza antes de 1945.
Pese a su germanofilia, Carceller fue uno de los primeros en darse cuenta de
que Alemania podía perder la contienda. Además, según el historiador
José Ramón Villanueva Herrero, fue el promotor, en plena autarquía del régimen
fascista de Franco, de los programas "quiméricos" de
autoabastecimiento. Planteó producir carburante a partir de las pizarras y el
lignito de Teruel y de Puertollano (Ciudad Real). Precisamente este historiador
ubica a Carceller en medio de un episodio histórico relacionado con la estación
de Canfranc, en Huesca: "España, pese a las presiones de Estados
Unidos, permitía la exportación de wolframio, que es un material con el que se
hacían los cañones. Los trenes suministraban este mineral a Alemania
pasando por Francia, y en sentido contrario los alemanes lograban repatriar el
oro expoliado de los bancos ocupados y del oro saqueado a la población judía.
Documentación encontrada muestra como varios convoyes de ferrocarril llegaron a
pasar a España cajas que contenían oro, violines y obras de arte. El destino
era Portugal, y de ahí a Sudamérica. En la estación de Canfranc llegó a
instalarse una compañía suiza dedicada a descargar estos cargamentos",
explica Villanueva
Herrero, que cita la obra El oro de Canfranc, del
periodista aragonés Ramón J. Campo. El régimen de Franco, con
Carceller Segura de responsable de Industria, no acabó con este tráfico de
materiales.
En 1933 Carceller Segura había fundado la empresa Distribuidora Industrial S.
A. (DISA), tal y como recuerda la Fiscalía en su escrito de acusación:
"DISA es la sociedad dominante de un importante grupo de comercialización,
transporte y almacenaje de productos energéticos con una sólida implantación en
el ámbito territorial de las Islas Canarias siendo accionista de referencia en
la misma la familia Carceller, habiendo fundado esta compañía el padre de
Demetrio Carceller Coll, encontrándose su domicilio social en Santa
Cruz de Tenerife".
COMERCIALIZÓ LA
BOMBONA DE BUTANO
DISA, pese a que no es una empresa muy conocida, fue la primera empresa
que comercializó la bombona de butano. Se constituyó en las Islas
Canarias, pues en la década de los años 30 era el único territorio en el que no
permanecía vigente el monopolio de los hidrocarburos. En la actualidad DISA
tiene más de un millar de empleados y posee
más de 500 gasolineras. Precisamente la sociedad DISA, que está en
el origen de la fortuna de esta familia, es una de las firmas por las que la
Audiencia Nacional atribuye hasta trece delitos contra la Hacienda Pública a
los Carceller.
La participación accionarial de Demetrio Carceller Coll en DISA es una
muestra del complejo entramado urdido por los Carceller, en connivencia con
diferentes abogados y especialistas en la materia. Así, desde un punto
de vista formal, DISA Corporación Petrolífera está controlada por la sociedad
holandesa Padlock BV. Esta empresa está a su vez participada únicamente por la
sociedad de las Antillas holandesas Caloric NV, que es al 100% de la panameña
Financiera Intercontinental. La Fiscalía destaca también, en su escrito de
acusación, que en fecha 20 de agosto de 2008 la firma Caloric NV fue sustituida
como accionista única de Padlock BV por la sociedad de nacionalidad chipriota
Japan Invesments. Y cuarenta días más tarde, esto es, el 1 de octubre de 2008,
por la también sociedad chipriota Monida Limited, cuyo domicilio es el mismo
que el de Japan Invesments, sociedades ambas cuyo beneficiario es Demetrio
Carceller Coll. Todo con la intención de no pagar impuestos en España. Solo
la participación de Carceller Coll en DISA le generó unos dividendos de
16,8 millones entre 2000 y 2005.
Pero el principal ejemplo de la decisión de la familia Carceller de ocultar su
dinero al fisco es, tal y como especifica el escrito de la Fiscalía, el
cobro de la herencia de Josefina Carceller Coll, la hermana del
principal acusado por la Audiencia Nacional. Esta argucia ha podido ser
desenmascarada gracias a la operación policial denominada "Tía
Tula 2". A consecuencia de la herencia recibida, el 26 de
septiembre de 2006, Demetrio Carceller Coll presentó autoliquidación del
Impuesto de Sucesiones ocultando a la Hacienda Pública parte de los fondos
recibidos. En concreto, ocultó parte de los activos que Josefina Carceller
tenía en la sociedad Beachlake Hattaway Gestao e Investimentos y parte de los
fondos que ésta había aportado a la mencionada sociedad, así como la mitad del
valor obtenido por la enajenación de un fondo Bankinter. La cuota
defraudada por Demetrio Carceller Coll correspondiente al Impuesto de
Sucesiones del año 2006 asciende a 1,2 millones, cantidad que, sumando
los intereses de demora calculados hasta el mes de julio de 2013 y que se
concretan en 486.418 euros, supera los 1,7 millones de euros.
El escrito de acusación del fiscal, de 42 páginas, realiza un prolijo relato de
todos los presuntos fraudes de una familia que posee o ha llegado a poseer
participaciones industriales en empresas muy conocidas en España, como por
ejemplo la cervecera Damm, Ebro-Puleva, Rodilla, Sacyr, Repsol, Estrella
de Levante, Atlántica Petrogas, Banco Herrero, Hidroeléctrica del Cantábrico,
Gas Natural, Unión Fenosa, y la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Una
de sus últimas maniobras empresariales ha convertido a los Carceller en los
socios de referencia de Pescanova, la multinacional de congelados
gallegos que se encuentra en concurso de acreedores desde el pasado mes de
abril.
En concreto, el juez detalla que, según los informes elaborados por la Agencia
Tributaria, Carceller Coll podría haber defraudado entre los años 2001
y 2009 un total de 42,34 millones de euros en concepto de IRPF y 29,69 millones
más en relación con el Impuesto de Patrimonio. Así, el expresidente de la
cervecera ha ocultado, según Anticorrupción, ser el propietario real de importantes
paquetes accionariales de entidades radicadas y cuyo núcleo principal de
actividad se desarrolla en España, para lo cual contó con la participación del
resto de acusados. Añade que, con este fin, utilizó "un entramado
societario de estructuras fiduciarias tipo trust radicadas en paraísos fiscales
como Panamá, Luxemburgo, Antillas Neerlandesas y Madeira". Dicho entramado
fue creado con el asesoramiento del despacho de Gabriel Ignacio Petrus, que
llamaba a su cliente con el apodo 'Jardines'.
EL PAPEL DEL
NIETO
Pero la Fiscalía no considera, ni mucho menos, que el papel del nieto de la
saga de los Carceller haya sido menor. Su nombre ya apareció vinculado al
despacho de abogados Luis de Miguel, que fue gestor de cuentas del cerebro de
la red Gürtel, Francisco Correa. Luis de Miguel ha sido
recientemente condenado a 21 años de cárcel junto al empresario guipuzcoano
Juan Ramón Reparaz (38 años de prisión). Cuando el 30 de noviembre de 2005, el
entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia
Nacional, Fernando Grande-Marlaska, dictó una orden de entrada y registro del
despacho de Luis de Miguel, la Policía Judicial pudo comprobar que Demetrio
Carceller Arce, uno de los hombres más ricos de España y que forma o ha
formado parte de los consejos de administración de empresas tan conocidas como
Sacyr, Repsol o Gas Natural, había tejido una complicada red de
empresas en el exterior. "La familia Carceller [en referencia a Demetrio
Carceller Arce y su hermano José Carceller Arce] ha utilizado las sociedades
Caspian, Brightleaf y Tilia" para eludir la Hacienda española, explicaba
ya entonces la Fiscalía Anticorrupción, según un documento aportado al
sumario Gürtel.
La participación de Carceller Arce en la ocultación de los negocios familiares
tuvo su máxima expresión, según la Fiscalía, en los negocios inmobiliarios de
estos en Arizona (Estados Unidos). La finalidad de esta operación fue crear una
estructura de sociedades opaca a través de la cual Demetrio Carceller Coll
pudiera ocultar al erario público español las importantes inversiones
inmobiliarias que tenía (y tiene) en EEUU. En concreto en centros
comerciales situados en las ciudades de Phoenix y en Tucson, en el estado de
Arizona. Para conseguir su propósito utilizó unas sociedades
antillanas que figuraban como titulares formales de dichos activos
inmobiliarios de uso comercial, si bien todas ellas estaban participadas en un
porcentaje superior al 90% por la sociedad panameña Holding Americano. Su
financiación se realizaba mediante préstamos concedidos por la también sociedad
panameña Financiera Intercontinental, ambas pertenecientes a Demetrio Carceller
Coll. Los préstamos concedidos por Demetrio Carceller Coll a las
compañías de las Antillas holandesas le generaron unos intereses de 48,8
millones entre los años 2000 y 2009.
"QUÉDESE CON
LAS 500 PESETAS Y ENVÍEME OTRO BUICK"
Todo un entramado de corrupción de una familia, de cuyo patriarca el
periodista Ramón Garriga, en su obra La España de
Franco, cuenta esta anécdota: en cierta ocasión, hablando con el
agregado comercial de los Estados Unidos, le preguntó cómo podría obtener un
coche Buick del último modelo que acababa de salir de fábrica. El americano,
amablemente, le contestó que él se encargaría de que el ministro tuviera el
vehículo que tanto deseaba. “Acepto –respondió Carceller– , pero nada
de regalos. Lo quiero pagar”. Pasaron unas semanas y el mismo diplomático
se presentó para anunciar: “Señor ministro: a la puerta del Ministerio está el
Buick que usted deseaba. Le sugiero un paseo a prueba”. Carceller abandonó
todos los asuntos y subió al coche. Terminada la prueba y encantadísimo de su
Buick, dijo al norteamericano: “Me tiene que decir lo que le debo, pues
quedamos que lo quería pagar”. “Me debe 500 pesetas”, replicó el norteamericano
al indicar un precio simbólico con el cual deseaba congraciarse con el ministro
Carceller. Acto seguido, éste sacó la cartera y alargó un billete de 1.000
pesetas. “No tengo cambio”, se excusó el yanqui. “No importa –respondió
el ministro– quédese con las 500 pesetas y envíeme otro Buick” fue la
respuesta del ministro turolense, según el relato del periodista.
Siete décadas después los crímenes del franquismo permanecen sin juzgar, a
semejanza de los presuntos delitos relacionados con la corrupción económica de
este periodo negro de la Historia española. Pero el juez Pablo Ruz ha dictado
un auto en el que asegura que existen motivos suficientes para juzgar al
principal heredero del emporio construido por el ministro franquista, pero también
contra el nieto de éste. Y les acusa, de la mano de la Fiscalía, de llevar a
cabo una inmensa evasión al fisco (72 millones de euros) utilizando
sociedades pantalla radicadas en paraísos fiscales de todo el mundo, incluido
el Pacífico, como es el caso de los estados de Samoa o las minúsculas Islas
Marshall. Entre las empresas utilizadas para los presuntos delitos se
encuentra DISA, la sociedad que creó el abuelo, y que está en el origen de una
fortuna tan controvertida.
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