Por los mares virtuales
Sus primeros frescos romanos estaban en el pasillo que ligaba la Iglesia del Gesù de Roma con los cuartos en donde había vivido San Ignacio. Su arquitectura y pinturas de trampantojo, que representan la vida del santo, fueron realizadas para decorar la Camere di San Ignazio (1681-1686), mezcladas con las pinturas ya existentes realizadas por Giacomo Borgognone. Su obra maestra, las perspectivas ilusionistas en los frescos de la cúpula, el ábside y el techo de la iglesia jesuita de San Ignacio de Roma (las ilustraciones se ordenan de derecha hacia abajo) fueron pintados entre 1685 - 1694 y son una creación notable y emblemática del alto Barroco romano. Varias generaciones posteriores, se fijaron en esta obra como referencia para la decoración del último barroco europeo. Comparando este trabajo con la obra maestra de Gaulli en la otra iglesia principal de lo jesuitas en Roma, Il Gesù. El diseño decorativo del templo comenzó una vez finalizada la construcción de la iglesia por lo que fue consagrada estando inacabada en 1642. Los conflictos con los donantes originales, la familia Ludovisi, habían detenido la construcción de la cúpula prevista. Pozzo propuso hacer una cúpula ilusionista, pintándola en un lienzo. Era impresionante a los espectadores, pero polémica ya que algunos temieron que el lienzo pronto se obscureciera. Abside de San Ignacio de Loyola. Roma. Obra de Andrea Pozzo En el techo pintó una alegoría de la apoteosis de San Ignacio, realizada en una perspectiva impresionante. La pintura, de 17 ms de diámetro, se idea para hacer al observador mirar un punto marcado por un disco de cobre amarillo fijado en el piso de la bóveda, así parece una azotea adornada por estatuas, a pesar de que el techo es plano. La pintura celebra el espíritu de las misiones tras dos siglos de exploraciones y misiones apostólicas por parte de la orden de los jesuitas. A las sensibilidades modernas, esto aparecería ensalzar una visión imperialista del catolicismo europeo con empresas coloniales en otros continentes. Pozzo era un católico combativo, por ejemplo, en vez de pintar a los evangelistas como pilares de la doctrina eclesial, pintaba a guerreros victoriosos del antiguo testamento: Judith y Holofernes, David y Goliath, Jael y Sisera y Samson y los filisteos. Se comentaba una vez concluida la obra que: Sant'Ignazio era es buen lugar para comprar carne, puesto que ahora hay cuatro nuevos carniceros. En el fresco de la cúpula, la luz viene de Dios padre al hijo que la transmite a San Ignacio, de dónde se rompe en cuatro rayos que conducen a los cuatro continentes. Pozzo explica que ilustra las palabras de Cristo del evangelio de Lucas: Me mandan para enviar el fuego en la tierra, y las palabras de Ignacio: Se volverá todo en llamas. Otro rayo ilumina el nombre de Jesús. Con su perspectiva, la arquitectura ilusoria genera un gran espacio con la aparición de la asamblea divina que giraba hacia arriba, el conjunto ofrece un ejemplo que fue copiado en varias iglesias italianas, austríacas y alemanas de la orden jesuita. Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo La brillante perspectiva ilusionista de la bóveda de Pozzo en Sant'Ignazio (1685) es revelada viéndola desde el extremo opuesto. Parece borrar y levantar el techo con una impresión tan realista que es difícil distinguir cuál es verdadero o no. Andrea Pozzo pintó este techo y la bóveda en una lona, de 17 m de ancho. Las pinturas en el ábside representan escenas a partir de la vida de San Ignacio, de San Francisco Javier y de San Francisco de Borja. En 1695 le concedieron el prestigioso encargo, después de ganar una competición contra Sebastiano Cipriani y Giovanni Battista Origone, de realizar un altar en la capilla de San Ignacio en el transepto izquierdo de la iglesia del Gesù. Este grandioso altar sobre la tumba del santo, construida con raros mármoles y metales preciosos, muestra la trinidad, mientras que cuatro columnas de lapislázuli (las actuales son copias) incluyen la estatua colosal del santo, obra de Pierre Legros. Era un trabajo coordinado de más de 100 escultores y artesanos, entre ellos Pierre Legros, Bernardino Ludovisi, Il Lorenzone y Jean-Baptiste Théodon. Andrea Pozzo también diseñó el altar de la capilla de San Francisco de Borja en la misma iglesia. En 1697 le pidieron construir los altares barrocos similares con escenas a partir de la vida de San Ignacio en el ábside de la iglesia de iglesia de San Ignacio en Roma. Estos altares contienen las reliquias de San Aloysius Gonzaga y de San Juan Berchmans. Mientras tanto continua pintando frescos y bóvedas ilusionistas en Turín, Mondovi, Módena, Montepulciano y Arezzo. En 1681 Cosimo III de Medici, duque magnífico de Toscana le encarga pintar su autorretrato para la colección ducal (ahora en la Galería de los Uffizi en Florencia). Este óleo sobre lienzo se ha convertido en el autorretrato más original. Muestra al pintor en una actitud diagonal, demostrando con su dedo índice derecho una bóveda pintada al fresco (posiblemente la abadía de Arezzo), mientras que en su mano izquierda se reclina sobre tres libros (que se refieren probablemente a sus tratados sobre la perspectiva). La pintura fue enviada al duque en 1688. También pintó escenas a partir de la vida de San Estanislao de Koska, en el cuarto del santo en la iglesia de Sant'Andrea al Quirinale en Roma. Detalle del altar de San Ignacio, por Andrea Pozzo. Iglesia del Gesù de Roma. Escritos. Pozzo publicó sus ideas artísticas en un trabajo teórico conocido como Perspectiva pictorum et architectorum (2 volúmenes, 1693, 1698), ilustrado con 118 grabados, dedicado al emperador Leopoldo I. En él ofrece el uso de las perspectivas arquitectónicas en la pintura. Este trabajo es uno de los primeros manuales de perspectiva para los artistas y los arquitectos, siendo traducido durante el siglo XIX en posteriores ediciones del latín e italiano originales al francés, alemán, inglés y chino, gracias a la red de monjes jesuitas que se repartían por el mundo. Perspectiva ilusionista de la cúpula de la iglesia de los Jesuitas. Viena (Austria). Obra de Andrea Pozzo Viena. En 1694 Andrea Pozzo había explicado sus técnicas en una carta a Antón Florian, príncipe de Liechtenstein y embajador del emperador Leopoldo I en la corte Papal en Roma. Recomendado por el príncipe de Liechtenstein al emperador es invitado por Leopoldo I, trasladándose en 1702 (1703?) a Viena. Allí trabaja para el soberano, la corte, el príncipe Johann Adán von Liechtenstein y para varias órdenes religiosas e iglesias. Realiza obras como los frescos y la cúpula de la iglesia jesuita de Viena. Algunas de sus tareas tenían un carácter decorativo ocasional (escenas en teatros e iglesias) resultando efímeras y siendo pronto destruidas. Su trabajo más significativo en la etapa de Viena es el fresco monumental del techo del salón del palacio del jardín de Liechtenstein (1707), La admisión de Hércules en el Olimpo, que, según las fuentes, fue muy admirado por los contemporáneos. Con efectos ilusionistas, la pintura arquitectónica comienza a traspasar la frontera del techo, mientras que este parece abrirse para mostrar un reino divino lleno de Dioses del Olimpo. Algunos de sus retablos vieneses han sobrevivido en la iglesia de los Jesuitas (Jesuitenkirche) de Viena. Sus retablos y frescos ilusorios del techo tuvieron una fuerte influencia en el arte barroco de Viena teniendo muchos seguidores en Hungría, Bohemia, Moravia, y Polonia. Perspectiva Pictorum et Architectorum. Grabado de Andrea Pozzo Arquitectura. Realiza algunos diseños arquitectónicos en su libro de perspectiva pictorum et architectorum, indicando que no efectúa ningún diseño antes de 1690. Estos diseños no fueron realizados, pero sirvieron como fuente para el diseño de la iglesia de San Apollinare en Roma y la iglesia jesuita de San Francesco Saverio (1700-1702) en Trento. El interior de esta iglesia fue diseñado igualmente por Pozzo. En ese mismo tiempo, entre 1701 y 1702, diseña las iglesias de los jesuitas de San Bernardo y la iglesia de Jesús en Montepulciano. Pero para esta última sus planos sólo se siguieron en parte. Se basan en su trabajo para la construcción de la catedral de San Nicolás en Ljubljana (1708), inspirada por los diseños de las iglesias de Il Gesù y San Ignazio en Roma. Fallece en Viena en 1709 en un momento en que meditaba regresar a Italia para diseñar una nueva iglesia de los jesuitas en Venecia. Lo enterraron con grandes honores en una de sus mejores realizaciones, la iglesia de los jesuitas en Viena. Espero que os guste la recopilación que he preparado de este religioso y artista italiano, y en la medida de lo posible contribuya en la divulgación de su obra. Algunas obras Autorretrato de Andrea Pozzo, Church Il Gesù, Rome Diseño para la decoración del techo de ilusionista.Courtauld Institute of Art, Londres, Reino Unido. Obra de Andrea Pozzo Perspective en contre-plongée: moitié de cour intérieure à pans octogonaux. Musée du Louvre, Département des Arts graphiques. Obra de Andrea Pozzo San Francisco Javier. 1701. Óleo sobre lienzo, 235 x 137 cm. Kiscelli Museo de Budapest. Obra de Andrea Pozzo Perspectiva ilusionista de la cúpula de la iglesia de los Jesuitas. en Viena (Austria). Obra de Andrea Pozzo Perspectiva ilusionista de la cúpula de la iglesia de los Jesuitas. Viena (Austria). Obra de Andrea Pozzo. Detalle superior Perspectiva ilusionista de la cúpula de la iglesia de los Jesuitas. Viena (Austria). Obra de Andrea Pozzo. Detalle inferior Iglesia del Gesù, Roma La Iglesia del Gesù (en italiano, Chiesa del Sacro Nome di Gesù, o Iglesia del Santo Nombre de Jesús) situada en la plaza del Gesù en Roma, es la iglesia madre de la Compañía de Jesús, conocida como los jesuitas, una orden de la Iglesia católica. Su fachada está reconocida como «la primera verdaderamente barroca» y fue el modelo de innumerables iglesias jesuitas en todo el mundo, especialmente en el continente americano. Interior de la iglesia del Gesù de Roma Concebida por vez primera en 1551 por san Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, y activo durante la Reforma Protestante y posterior Contrarreforma, el Gesù fue también el hogar del General Superior de la Compañía de Jesús hasta la supresión de la orden en 1773... El deslumbrante interior con su gran cúpula, esta decorado con frescos de Andrea Pozzo La impresionante Capilla de San Ignacio es la obra maestra de la iglesia, diseñada por Andrea Pozzo y que alberga la tumba del santo. El altar realizado por Pozzo muestra a la Trinidad, mientras que cuatro columnas chapadas de lapislázuli encierran la colosal estatua del santo obra de Pierre Legros. Sin embargo, la última es una copia, probablemente de Adamo Tadolini trabajando en el taller de Antonio Canova: el papa Pío VI hizo que se fundiera el original, seguramente para pagar las reparaciones de guerra a Napoleón, como se estableció en el Tratado de Tolentino, 1797. Originalmente, el proyecto fue diseñado por Giacomo della Porta, luego por Cortona; pero al final Pozzo ganó un concurso público para diseñar el altar. Altar de la Capilla de San Ignacio de Il Gesù, diseñado por Andrea Pozzo Un lienzo del santo recibe el monograma con el nombre de Jesús del Cristo resucitado celestial atribuido al padre Pozzo. Detalle del altar de San Ignacio, por Andrea Pozzo. Iglesia del Gesù, Roma. Tumba de San Ignacio de Alessandro Algardi, Il Gesù, Roma. Hay una urna de bronce, obra de Algardi que conserva el cuerpo del santo, debajo quedan dos grupos de estatuas de La Religión flagelando a la Herejía por Legros a la derecha del altar, y Triunfo de la Fe sobre la Idolatría de Jean-Baptiste Théodon, a la izquierda del altar. Decoracion Interior. El rasgo más llamativo de la decoración interior es el fresco del techo: el grandioso Triunfo del Nombre de Jesús de Giovanni Battista Gaulli. Giovanni Battista también pintó al fresco la bella cúpula de la Iglesia del Gesù de Roma. La Religione che flagella l'Eresia (La Religión flagelando a la Herejía), obra de Pierre Legros el Joven en la iglesia del Gesù. Roma Fachada de Giacomo della Porta de la iglesia del Gesù (Roma, Italia), un precursor del barroco. Más info de la Iglesia del Gesù de Roma: http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_del_Ges%C3%B9 Iglesia de San Ignacio (Roma) San Ignacio de Loyola es una iglesia de Roma, construida en 1626 y dedicada a San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús. El Colegio Romano contaba con la pequeña capilla de la Anunciación (del 1562) como espacio para las celebraciones litúrgicas, con unas pinturas de los Zuccari. En el primer cuarto del siglo XVII la capilla se había quedado pequeña y la familia Ludovisi, a la que pertenecía el pontífice de ese momento, Gregorio XV, se compromete a construir una nueva. Llevará el nombre del recién canonizado Ignacio de Loyola. Frescos del Abside. Peinture Andrea Pozzo (1684). Ignacio de Loyola de Loyola. Roma Inicio y desarrollo del proyecto. Ludovico, sobrino del papa Gregorio XV, se encargó del patrocinio de la nueva iglesia y de dirigir el proyecto después de la muerte del pontífice. Para ello se convoca un concurso entre los arquitectos jesuitas, para poder así economizar el proyecto. Primero se presentó el arquitecto Antonio Sasso pero después fue desbancado por el proyecto del jesuita Horazio Grassi que fue aceptado en 1627. En 1640, con motivo del centenario de la fundación de la Compañía de Jesús, se celebra una eucaristía en una iglesia a medio construir, con un techo provisional. En el proceso de construcción de la iglesia se plantean dos problemas que hacen modificar el proyecto original de Grassi. El primero será la fachada, cuyo segundo piso se modificará y se adaptará a la altura más baja de las naves laterales, empleando para ello unas elegantes volutas. Otro grave problema que se planteó fue la construcción de la cúpula. El espacio era excesivamente amplio y la comisión de arquitectos reunida para encontrar una solución, no encuentra una adecuada, ni siquiera la propuesta por Grassi, y que además se adaptase al nuevo recorte de presupuesto por parte del competente Ludovisi, que marcho a Cerdeña y al poco tiempo murió. Grossi también fallece sin darle solución. La solución más sencilla y a la vez la más genial viene de la mano de otro jesuita, Andrea Pozzo en 1685 que realiza una falsa cúpula pintada sobre tela. Realizados todos los trabajos, la iglesia es inaugurada finalmente en 1722. Artistas destacados que intervinieron en la construcción y embellecimiento de la Iglesia San Ignacio de Loyola de Roma: Domenico Zampieri (Le Dominiquin), Orazio Grassi y Andrea Pozzo. Descripción arquitectónica e iconográfica. El interior sigue el modelo de la iglesia del Gesù: una gran sala que tiene tres capilla a cada lateral, más un crucero formando una cruz latina. Las capillas tienen todas un techo plano a excepción de las del presbiterio que son ovales. La contrafachada aparecen dos figuras alegóricas de la religión y la magnificencia que sujetan una inscripción en latín. Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo. La brillante perspectiva ilusionista de la cúpula de Sant'Ignazio, Rome (1685). Obra de Andrea Pozzo La bóveda de la nave central fue realizada por Andrea Pozzo. Tiene como título: El papel de San Ignacio en la expansión del nombre de Dios por el mundo. El mismo artista describe la iconografía: Imágenes relacionadas con el fuego y la luz se repiten en toda la iglesia, ya sea en forma de antorchas o flechas de fuego, sostenidas por ángeles en los diversos frescos del templo, incluida la sacristía. La razón es que se asocia a la iconografía de Ignacio el fuego y la luz, inspirado en el texto de San Lucas capítulo 12, versículo 49: He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡Cuánto desearía que ya hubiera prendido! Palabras de Jesús que Ignacio y Compañía se proponen llevar a cabo. Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. Detalles. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo En los cuatro extremos de la bóveda aparecen las figuras simbólicas de los cuatro continentes. Europa aparece representada como matrona sobre un caballo. En lo alto del cielo pintado, el Beato Luis Gonzaga y San Francisco de Borja y el beato Estanislao de Kostka se dirigen hacia el cielo. La figura de Asia esta sentada sobre un camello. En lo alto del cielo San Francisco Javier que conduce a las almas de los asiáticos a la Gloria. Africa. Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo La figura de África es una mujer de facciones árabes, sentada sobre un cocodrilo y en su mano un colmillo de elefante. También sobre la mujer aparecen varios misioneros jesuitas que desempeñaron su trabajo en África. América. Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo Por último la figura de América, como mujer vestida con ropajes indios y en su mano una lanza con la que hiere a uno de los gigantes, y detrás de ella un angel blanco con una llama que simboliza la expansión de los jesuitas por América a través de las reducciones. La finta cúpula de la Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo Cúpula del crucero. La cúpula puede ser plenamente contemplada desde el segundo círculo amarilla que aparece en la nave central. Los penachos fueron pintados también por Andrea Pozzo y son figuras del Antiguo Testamento que han vencido a los enemigos del pueblo de Dios. Se trata de Giaela, Sansón, David y Judith. Altar de San Ignacio de Loyola. 1695-99. Mármol, bronce. Il Gesù, Roma. Obra de Andrea Pozz Capillas laterales, lado de la Epistola - 1ª. Capilla de San Cristófono. Cuadro del altar: Virgen con el niño, ante los cuales se encuentran San Estanislao y San Juan Francisco Regis. El lienzo es anónimo, posterior a 1737. San Estanislao Kostka y Francesco Regis Bóveda de la iglesia de San Ignacio. Roma (Fresco with the apotheosis of St. Ignactius, church of Sant'Ignazio, Rome) - 2ª. Capilla de San José. En este lugar se encontraba, antes de la construcción de la iglesia, la habitación donde murió san Luis Gonzaga. Cuando se construyó la nueva iglesia se pensó dedicar la capilla a él. Pero finalmente el cuerpo de San Luis Gonzaga se pasó al transepto, y esta capilla se dedicó a la advocación de San José, el santo protector del cardenal Giuseppe Sacripante, que adquiere el nuevo patronazgo de la capilla. El arquitecto fue Incola Michetti (1675-1758), siguiendo un proyecto de Rainaldi. La tabla central representa la muerte de San José y fue realizado por Francesco Trevisani. A la derecha, sobre el pasaje a la primera capilla, se encuentra un cuadro representando la última comunión de San Luis Gonzaga, de manos de Belarmino. De Giuseppe Chiari es el lienzo con los estigmas de Santa Lucía de Narni (conciudadana del cardenal). Los frescos de la cúpula son obra de Luigi Garzi y representa la Gloria de San José. También los son las pinturas de las pechinas con cuatro pasajes de la vida de San José. La capilla se abrió, inspirándose en las obras de Bernini, l de modo que la luz pudiera iluminar el alma de San José. La vision de Storta (1537) obra de Andrea Pozzo - 3ª. Capilla de San Joaquín. La pieza del altar es una obra de Stefano Pozzi (1708-1778) donde se representa a San Joaquín que presenta a su hija en el templo. Las lunetas laterales, a su vez, presentan pasajes de la vida del santo. Actualmente en esta capilla reposan los restos de San Roberto Belarmino, que fueron trasladados aquí a principios del siglo XX. Su rostro y manos están cubiertos de plata y fue revestido con los ropajes cardenalicios. Gonzaga en la Gloria, en alto relieve por Pierre Legros el Joven. San Ignacio de Loyola, Roma, Italia. - Crucero: Capilla de San Luis. Diseñada por Andrea Pozzo en la parte arquitectónica, mientras que la escultórica corre a cargo de Pierre Legros. En el centro se representa a San Luis Gonzaga en actitud de oración, rodeado por ángeles que festejan su santidad y lo coronan como tal. Bajo el altar aparecen dos ángeles: uno juega con la bola del mundo, realizada en lapislázuli, mientras que el otro porta símbolos de inocencia y de penitencia. Los dos ángeles que aparecen en la balaustrada son obra de Bernardino Ludovisi (1713-1749) con lirios en sus manos. Otras obras de la capilla: La gloria del Beato Luis según la visión de Magdalena de Pazzi. Fresco del abside. Peinture Andrea Pozzo (1684) - Abside. Obra de Pozzo. La pala de altar trata el llamado pasaje de La Storta. San Ignacio tenía deseos de ir a Tierra Santa pero no pudo ir al ponerse a disposición del Papa. Desconsolado, entra a orar en la capilla de La Storta donde se le aparecen Padre e Hijo que le invitan a Ignacio a ponerse a su servicio. A la izquierda se puede ver el envío de San Francisco Javier a la India y en la otra parte se encuentra San Francisco de Borja, recibido en la Compañía a manos de su fundador. Saint Ignace envoie aux Indes saint François Xavier. Peinture. Andrea Pozzo Capillas laterales, lado del Evangelio 1ª Capilla de San Gregorio. El retablo es obra de Fray Pierre de Lattre y representa a san Gregorio I y a san Gregorio Nacianceno, en memoria de los dos Papas que fundaron el colegio Romano (Gregorio XIII) y levantaron la iglesia (Gregorio XV). Saint Ignace accueillant dans la Compagnie saint François Borgia. Peinture Andrea Pozzo - 2ª Capilla de San Francisco. La tabla de altar representa a San Francisco Javier y al Beato Francisco de Borja, obra de fr. De Lattre. Vista interor y frescos del techo de la nave. Iglesia de San Ignacio, Roma - 3ª Capilla del crucifijo. Dedicada al crucifijo (del siglo XVII) y al Sagrado Corazón de Jesús. Filippo della Valle; Andrea Pozzo; Sainte Vierge; Archange Gabriel; Annonciation; Autel de la Vierge de l'Annonciation et de Saint Jean Berchmans (Saint-Ignace de Loyola. Rome) - Crucero: Capilla de la Anunciación. Esta capilla se dedicó a la anunciación, para dar continuidad a la devoción que se había establecido en los inicios del Colegio Romano. En 1749 se decidió levantar un altar paralelo al de San Luís. La obra del retablo de mármol, fue realizada por Filippo Valle (1698-1770) y representa a la Virgen en oración ante la cual desciende un ángel. Las figuras sobre el tímpano simbolizan el rechazo del pecado y la gloria de María, y son obra de Pietro Bracci. Las pinturas de las lunetas son obra de Pozzo y de Ludovico Mazzanti. Voûte de la chapelle de la Vierge de l'Annonciation et de Saint Jean Berchmans. Peinture Andrea Pozzo Altar de San Ignacio de Loyola. 1695-99. Mármol, bronce. Il Gesù, Roma. Obra de Andrea Pozzo Cúpula de la capilla Belarmino di Andrea Pozzo Bajo el altar se colocaron los restos de San Juan Berchmans en 1865. Dos ángeles de mármol sostienen los símbolos que caracterizaron su vida: un crucifijo, un rosario, un lirio símbolo de pureza y un folio con el voto a favor de la Inmaculada Concepción. El cuerpo de Roberto del cardenal Bellarmino. Iglesia de San Ignacio de Loyola, Roma, Italia. Tumba del Papa Gregorio XV Ludovisi y de su sobrino Ludovico Ludovisi, obra de Pierre Legros el Joven ( 1709-1714 ). Iglesia de San Ignacio de Loyola, Roma, Italia Tumba de San Luis Gonzaga. Iglesia de San Ignacio de Loyola, Roma, Italia Dedicatoria e inscripción de la Iglesia de San Ignacio, Roma, Italia. Iglesia de San Ignacio de Loyola, Roma, Italia, vista interior San Ignacio de Loyola es una iglesia de Roma. vista de la fachada. "La belleza y la vitalidad son regalos de la naturaleza, para aquellos que viven sus leyes." “Leonardo da Vinci” . . | |
Gracias J.Luis por este nuevo trabajo, tremenda la obra de este autor, pinturas, frescos y arquitectura. Un Saludo. ___________________________ Antes que nada lee las NORMAS del foro. Los mensajes deben de ser con respeto y educación hacia todos los usuarios. ® Xerbar Administrador del Foro. Si te gusta el foro y quieres ayudar en su mantenimiento pincha en el siguiente enlace: Haz tu Donación _________________________ | |
... CONTINUACIÓN Retrato de Andrea Pozzo Palacio de Liechtenstein en Vienna Palacio Liechtenstein. Este soberbio palacio fue mandado construir a finales del s.XVII por el príncipe Johann Adam Andreas I de Liechtenstein, quien quería disponer de un palacio en el barrio vienés de Rossau. Propiedad de los príncipes de Liechtenstein (pequeño principado entre Austria y Suiza), quienes estuvieron siempre vinculados a la vida del Imperio, llegando incluso a ocupar cargos importantes dentro de la propia Corte Imperial y a poseer más de veinte castillos y palacios distribuidos por Austria, Bohemia y Moravia. El proyecto del palacio se debe a varios arquitectos, tales como Fischer von Erlach, Rossi y Martinelli. Se completó decorando su interior con todo tipo de obras de arte, así como con unos magníficos jardines en su parte posterior, originalmente de diseño barroco aunque luego rediseñados en estilo inglés. Palacio Liechtenstein. Fresco obra de Andrea Pozzo La entrada al palacio se efectúa a través de la Sala Terrena (vestíbulo de la planta baja), con frescos de principios del s.XVIII y donde se exhibe la magnífica carroza de oro. Una solemne escalinata conduce a la planta noble, donde está el mayor salón del palacio, la Sala Hércules, de 600 m2, que es a la vez el mayor espacio barroco laico de Viena. Con frescos que representan una escena mitológica de Hércules y los dioses del Olimpo, obra de Andrea Pozzo, la Sala Hércules es el emplazamiento ideal para los conciertos que tienen lugar en este palacio, como los conciertos de los domingos. Fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín de Liechtenstein en Vienna, 1704-1708. Obra de Andrea Pozzo Además de lugar de conciertos, el Palacio Liechtenstein, abierto al público desde marzo del 2004, es hoy en día la sede del Museo Liechtenstein, el cual exhibe obras pictóricas de gran valor de artistas de la talla de Rafael, Rubens, Guido Reni, Brueghel el Viejo, Breughel el Joven, Van Dyck y Rembrandt, así como esculturas de Canova, Mategna, de Fries o Antico entre otros. También destacables son la colección de bronces italianos, los trabajos en piedra dura, los esmaltes, los marfiles, las porcelanas, los tapices y los muebles procedentes de los palacios de la familia. Además de las exposiciones permanentes, una serie de exposiciones temporales se van alternando en las salas del Palacio Liechtenstein. Hercules triunfa sobre Anteo, detalle del fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín, 1704-1708. Obra de Andrea Pozzo Andrómeda llevado al Olimpo, fresco en el apartamento de Damas del Palacio Jardín, 1705-1708. Obra de Johann Michael Rottmayr (1654-1730) El príncipe Johann Adam Andreas I, quien construyó el Palacio de Jardín, soñaba con que decoran el edificio entero con un régimen continuo de frescos de artistas boloñeses. Sin embargo, su primera opción , Marcantonio Franceschini (1648-1729) , con quien se intercambiaron muchas cartas , decepcionó a sus aspirantes a patrón. No podía ser persuadido para viajar a Viena para ejecutar el propio frescos. El príncipe se vio obligado a buscar un artista austriaco. Él finalmente se decidió por Johann Michael Rottmayr , quien ya había trabajado tanto en Salzburgo y de la familia imperial. El príncipe le acusó de pintar los frescos de la Sala Terrena , los dos apartamentos de tres habitaciones en la planta baja y la creación de frescos en el techo monumental en las dos escaleras . Estos frescos fueron creído por mucho tiempo que perder. Para la pieza central de su palacio, el Salón de Hércules, fue capaz de atraer el gran maestro del barroco romano , el padre Andrea Pozzo (1642-1709) , quien en 1704 creó una obra tardía increíblemente vital con su fresco que representa la admisión de Hércules en el Olimpo. Detalle de la Andrómeda recibido arriba en el Olimpo, Fresco en el apartamento de Damas del Palacio Jardín, 1705-1708. Obra de Johann Michael Rottmayr (1654-1730) La vibración de colores de pinturas al fresco de Rottmayr. Las fotos del techo en la planta baja mostrar un dominio de confianza de la técnica del fresco. El trabajo de un día (indicado por las aplicaciones individuales de yeso ) por lo general abarca una figura entera con alrededor nubes. Rottmayr transferido sus dibujos en el techo las cuadrículas y dibujos animados. El grabó las siluetas en el yeso húmedo de una manera similar al dibujo . Al hacer la propia pintura , sin embargo , se permitió una gran libertad a la hora de seguir sus bocetos originales. Rottmayr imágenes del techo representan un punto culminante a principios de la pintura al fresco ilusionista en Austria. Por encima de la pintura arquitectónica -quadratura que se hizo tal vez por Rottmayr sí mismo- la mirada del espectador es arrastrado en los cielos numinoso. Fresco obra de Andrea Pozzo. Palacio Liechtenstein. Ilusionista arquitectura pintura en los frescos de Pozzo. Andrea Pozzo fue contratado por primera vez por el príncipe Johann Adam Andreas I durante su vida profesional en San Ignacio . Príncipe Anton Florian , quien fue el emisario imperial en la corte papal en Roma, se puso en contacto entre los dos. Se cree que Johann Adam Andreas I , a su vez , presentó el pintor de la corte imperial de Viena. Los frescos de Pozzo representan las hazañas de Hércules y su ingreso al Olimpo. La trama se desarrolla real dentro de la pintura arquitectónica en la frontera del límite máximo, mientras que el centro ofrece una visión del reino celestial de los dioses. En comparación con la nave de una iglesia barroca -entorno habitual de trabajo de Pozzo -la sala sólo permite que el espectador cambie su perspectiva muy ligeramente. El pintor lo tanto tenía que mantener la coherencia fuerte pictórica en su composición del fresco del techo. Las cifras lo divino en el cielo , por lo tanto se representan de forma paralela en gran medida , por lo que se parecen más fuertemente conectados entre sí desde la perspectiva del espectador. Hercules estrangula las serpientes que le había enviado Hera, Detalle del fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín. Obra de Andrea Pozzo. Las cifras que representan pruebas realizadas dramática del héroe, en cambio, presentan adecuadamente gran animación y con frecuencia son bastante escorzo. A través de sus amplios movimientos de barrido, intensifican la impresión de un espacio que se remonta lejos en las profundidades. pintura ilusionista arquitectónicos muestran las cifras en las escenas fielmente su propia radios de acción que están claramente delineadas de la del techo. La pintura quadratura se mantiene relativamente simple. Permite que las paredes para "crecer" por encima de la coving real y en el fresco del techo plano. Palacio de Liechtenstein, Interior Museo Liechtenstein El Museo Liechtenstein es un centro de arte y exposiciones temporales en Viena (Austria) que pertenece a la familia gobernante del vecino principado de Liechtenstein. Aunque los príncipes tienen por residencia oficial un castillo en Vaduz, decidieron restituir el grueso de su colección a Viena, en parte para facilitar el acceso del público y también para devolver el lustre perdido al palacio que poseen en dicha ciudad, y que resultó afectado en la II Guerra Mundial. El palacio, poco después de su construcción, en un cuadro de Bernardo Bellotto conservado en el mismo museo El Palacio. La sede del museo es el Palacio del Garten («del Jardín»), en el actual distrito vienés de Rossau. Fue edificado a principios del siglo XVIII por un antepasado de los actuales príncipes, Juan Adán Andrés de Liechtenstein, quien además se preocupó por decorarlo con pinturas, tanto frescos como lienzos encargados a medida. Eligió en primer lugar al maestro italiano Marcantonio Franceschini, pero éste no quería dejar su país para pintar los murales. De todas formas, Franceschini sí pintó los lienzos, que fueron enviados desde Italia; son escenas mitológicas, de Diana y otros dioses. Para los murales se recurrió a un pintor más cercano, Johann Michael Rottmayr. El palacio se completó con fastuosos jardines, a los que debe su nombre actual. Bernardo Bellotto plasmó el conjunto en uno de sus típicos cuadros de paisajes, conservado en el museo. Palacio de Liechtenstein, Interior Inicios del Museo. Los príncipes poseyeron otra residencia en Viena, en la zona de Herrengasse; fue demolida pero se pudo salvar el mobiliario neoclásico de una biblioteca, que se trasladó al actual museo. El Palacio del Garten cayó en declive durante la II Guerra Mundial ya que sus tesoros artísticos se llevaron por razones de seguridad a Vaduz. Su esplendor empezó a recuperarse en 2001, cuando se iniciaron las obras de reforma, actualmente casi concluidas. Se restauró la decoración pictórica de techos y paredes, y diversas salas se adaptaron como pinacoteca, abriéndose al público en 2004. Las colecciones expuestas son amplísimas, e incluyen no sólo cuadros sino también abundantes esculturas, muebles, etc. El museo dispone además de salas adicionales para exposiciones temporales. Marcantonio Franceschini. Escena alegórica. Palacio Museo de Liechtenstein La colección de pinturas. Aunque las pinturas se exhiben formando grupos temáticos, y no ordenadas por países, se puede afirmar que ilustran de manera bastante completa los principales estilos entre el renacimiento y el neoclasicismo. El famoso Tocador de Venus o Venus con sierva negra, 1612-15, obra de Rubens. Palacio Museo de Liechtenstein La pintura italiana acapara el protagonismo por la amplia lista de autores: Lorenzo Monaco, Marco Basaiti, Giovanni Baronzio, Vincenzo Catena, Piero di Cosimo, Sebastiano Mainardi (cuñado de Ghirlandaio), Franciabigio, Bernardino Luini, Perin del Vaga, Giuseppe Arcimboldo, Paris Bordone, Moroni, Francesco Salviati, Garofalo y autores posteriores como Sebastiano Ricci, Francesco Solimena y Pompeo Batoni. Tristemente, el famoso Retrato de Ginebra de Benci de Leonardo da Vinci abandonó la colección en 1967, pues fue vendido por 5 millones de dólares (precio récord para la época) y se halla en la National Gallery de Washington. Se vendió igualmente a dicho museo La tañedora de laúd de Orazio Gentileschi. A pesar de su cercanía geográfica, la escuela alemana tiene una presencia corta, si bien incluye obras de Lucas Cranach el Viejo, Barthel Beham y un curioso Autorretrato de Michael Ostendorfer. Por el contrario, la pintura de los Países Bajos del siglo XVII cuenta con un fondo muy notable por amplitud y calidad: más de 10 retratos de Van Dyck y una de las mejores colecciones de Rubens en manos privadas, que incluye los ocho lienzos de la Historia de Publio Decio Mus, un retrato de su hija Clara Rubens, otro retrato doble de sus hijos Alberto y Nicolas y otros cuadros de fama mundial como El rapto de Ganímedes, Sátiro y criada con cesto de frutas y la obra maestra Tocador de Venus (Venus con criada negra). La colección incluye también a Frans Snyders, pintor especializado en animales. Retrato de Prospero Alessandri, pintado por Moroni en 1580. Museo Liechtenstein. Viena (Austria) La pintura holandesa cuenta también con un repertorio de primera magnitud: Frans Hals, el famoso Cupido haciendo pompas de jabón de Rembrandt, bodegones de Ambrosius Bosschaert, una escena cotidiana de Gerard Dou y La Adoración de los pastores del tenebrista Mathias Stomer. También hay un ejemplo de otro autor seguidor de Caravaggio, el francés Valentin de Boulogne. Si bien en el pasado la familia se ha desprendido de obras importantes, como el retrato de Leonardo da Vinci y varios filósofos pintados por José de Ribera, en los últimos años ha emprendido compras para reforzar ciertas áreas de la colección. El cuadro de Rembrandt se compró recientemente en subasta; había pertenecido a la familia Thyssen pero no se incluyó en el Museo Thyssen-Bornemisza porque lo había heredado una hermana del barón. También en fecha reciente se sumaron los retratos debidos a Moroni y Frans Hals, así como un importante mueble con incrustaciones de 1726, elaborado en Florencia: el llamado Cabinet Badmington. Fue encargado por un noble inglés y en 1990 pasó a la Colección Barbara Piasecka Johnson. Por este mueble los príncipes pagaron 19 millones de libras esterlinas, precio récord. En enero de 2008, se anunció que la familia principesca iba a subastar un amplio conjunto de muebles y obras de arte, si bien no parecen proceder de la selección expuesta en Viena. Fachada del Palacio de Liechtenstein (pequeño principado entre Austria y Suiza), actual sede del museo. Autorretrato de Andrea Pozzo. 1690. Óleo sobre lienzo, 160 x 117 cm. Galleria degli Uffizi , Florencia |
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