viernes, 14 de octubre de 2011

Opinión: Ministerio de Cultura, una cartera en peligro de extinción

Ministerio de Cultura, una cartera que se encuentra en peligro de extinción

La ministra de Cultura, Ángeles González

Azucena Zarzuela     

No es ningún secreto. El Partido Popular quiere eliminar el Ministerio de Cultura para reducir el déficit público. Así lo anunció recientemente su secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien, sin embargo, no ofreció cifras concretas ni indicó cuánto se ahorrarían las arcas estatales al eliminar, en aras de un plan de austeridad, dicha cartera.
A Convergencia i Unió no le disgusta la idea y así lo manifestó en el pasado Debate del Estado de la Nación, donde incluyó, entre sus propuestas de resolución, la posibilidad de suprimir el departamento que dirige Ángeles González-Sinde. Y es que los nacionalistas catalanes creen que la supresión de Cultura evitaría “duplicidades”, ya que el ámbito de competencias corresponde a las Comunidades Autónomas. De la misma opinión también son Esquerra Republicana de Catalunya, Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya Verds.


Defender la cartera le ha tocado a la titular de la misma, Sinde, quien pone sobre la mesa la necesidad de mantener la existencia del ministerio porque “la cultura y el conocimiento es lo único que no se puede deslocalizar, lo que Europa tiene para aportar al mundo” y son sectores “determinantes” para salir de la crisis. “Si deja de haber una voz que represente al mundo de la Cultura en el Consejo de Ministros será una merma para el sector”, subrayó.
La cineasta está convencida de que España saldrá de la crisis “gracias a la cultura”, por lo que “reducir presupuestos y ayudas al sector no sólo empobrece la vida de un país, sino también su economía”, según dijo en la inauguración de la 29 edición de LIBER, la mayor feria internacional y profesional del libro en español.
Nadie duda de que cualquier gobierno debe contar con un ministerio de Hacienda, de Defensa o de Interior. Que exista uno de Cultura es opinable. Ahora, bajo un espíritu ahorrativo para tiempos de crisis, la cartera de Cultura está en la cuerda floja. El ministerio tiene un presupuesto de 789,3 millones y en España, desde el primer Gobierno democrático en 1977, ha habido doce ministros de Cultura, un número que, aunque es un ministerio maría, según sus detractores, demuestra una cierta estabilidad.
Los certámenes, en el punto de mira de la tijera
Las cosas se están poniendo feas de verdad en el mundo de la gestión cultural. Aunque los titulares se los están llevando la suspensión de la Mostra de Valencia -“hasta que la economía remonte”, en palabras de Rita Barberá. Se ahorran los 1,7 millones de euros del presupuesto previsto para la próxima edición- o el fin de la programación del Centro Niemeyer de Avilés -donde a la crisis económica se suma la falta de diálogo entre las partes. Francisco Álvarez Cascos se niega a ceder para usos los espacios del complejo-, hay más certámenes que están en el punto de mira.
Uno de los festivales literarios con más tradición en España, la Semana Negra de Gijón, también tiene un futuro incierto. La última edición fue de nuevo un éxito rotundo de público y ventas, llegando a vender más de 40.000 libros. Pero la llegada del Gobierno municipal del Foro Asturias, que puso fin a 32 años de administración socialista, ha metido el miedo en los organizadores. Por primera vez en la historia del certamen, ningún representante del Gobierno local estuvo presente en la ceremonia de clausura. La actual alcaldesa, Carmen Moriyón, se refirió al encuentro como un acto que suponía un "alto coste" para las arcas municipales (cerca de 300.000 euros). Todo apunta a que el próximo año el famoso tren negro de las letras no va a llegar a su estación final, Gijón.
Quien ya sí tiene sentencia de cierre es el Festival Shakespeare. El ayuntamiento de Mataró (CiU) no ha tenido demasiados reparos para dejar a la capital del Maresme sin el certamen. Así lo hizo a once días de su celebración, y aunque el equipo de gobierno anterior, PSC, había reservado una partida para la actividad. Con todo a punto, con los 127.000 euros presupuestados y la programación acordada, la nueva junta echó el cierre.
La misma mala suerte ha tenido el Festival de Cine Documental Punto de Vista de Pamplona, cuya suspensión ha puesto en pie de guerra a más de 5.000 personas. Entre los que han mostrado su apoyo figuran Daniel Sánchez Arévalo, Fernando Trueba o Montxo Armendáriz. Finalmente, el Gobierno navarro ha reculado y ha aceptado la oferta del festival para que éste se transforme en bianual. De momento, sigue manteniendo el tipo.
Subvenciones por desgravaciones fiscales
De fondo coletea el futuro de los festivales de cine. En España hay casi 400 certámenes y muestras y las estadísticas apuntan a que la crisis acabará con las cosas pequeñas y recortará las grandes. Ante el fiasco de la taquilla en 2010, el principal partido de la oposición propone la sustitución progresiva de las subvenciones por desgravaciones fiscales. O lo que es lo mismo, en vez de imitar a Francia, adalid de la excepción cultural y espejo en el que se ha mirado el Gobierno para proteger con subvenciones los sectores culturales, poner el objetivo en el modelo británico: deducción por inversiones en bienes de interés cultural. Todo lo contrario opinan los productores nacionales, que hacen una defensa cerrada del régimen de ayudas y tienen sus esperanzas puestas en la ya famosa Orden Ministerial de la Ley de Cine.
La falta de capital de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas ha hecho que festivales de teatro, de música o programaciones de centros artísticos hayan tenido que ser mutilados o suspendidos. La situación reabre un viejo debate referente a la sostenibilidad de determinadas propuestas culturales. El Ayuntamiento de Zaragoza, por ejemplo, ha retirado la financiación de 30.000 euros -ya había reducido la partida de 85.000- a su Salón del Cómic. La cita, convocada para el próximo mes de diciembre, depende ahora de los organizadores, quienes trabajan a contrarreloj para conseguir patrocinios que garantizar la continuidad del Salón.
La Sierra madrileña ya no acogerá tampoco el peregrinaje de los fans de la música negra. Una mala gestión, aderezada con una crisis económica, ha colocado el punto y final al Festival de Jazz de Galapagar. El escritor Jordi Sierra i Fabra, con su obra Sombras en el tiempo, se ha convertido en el último premio de novela de Ciudad de Torrevieja, un galardón de 306.607 euros, lo que le convertía en el segundo con mejor dotación económica tras el Premio Planeta. “Deja de ser convocado hasta que la situación económica mejore”, ha explicado el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón.

3 comentarios:

  1. ...et hoc solum initium est!

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  2. Por desgracia, así lo parece

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  3. No es de extrañar que con los recortes importantes en Sanidad y Educación, se dejara intocable el Ministerio de Cultura. Ya es triste tener que justificar la existencia de éste en un país, para que además se encuentren inútiles sus aportaciones. Dejando a un lado la política, y por tanto quien esté al frente de ese Ministerio no se le debe onsiderar una "maria" pues si hace su labor tiene campo donde labrar. En cualquier caso se podrían CLARIFICAR SUS FUNCIONES Y COMPETENCIAS aspecto que creo que la mayoría de nosotros nunca ha tenido claro.Y por último no es causa justificar su desparición alegando el traspaso de competencias en este ánbito a cada comunidad. Creo necesario la existencia de una coordinación de lo que se realiza en cada una de ellas y a su vez poder realizar intercambios. Algo realmente enriquecededor.

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