Un robot tomará más de 24.000 fotografías del cuadro, que se digitalizará, se escaneará en 3D y se recreará virtualmente
A vueltas con el «Guernica». Setenta y cinco años después de que Picasso pintara en París este icono del siglo XX, el cuadro sigue siendo noticia un día sí y otro también. Sabemos que en otoño será el centro de una gran exposición que el Reina Sofía dedicará a los años 30; también que Carlos Saura y Elías Querejeta se reunirán de nuevo con un filme, «33 días», en el que se rememorará la creación de la obra en su taller de la rue des Grands Augustins; y que el director del Prado, Miguel Zugaza, lo quiere a toda costa en su museo (no se da por vencido tras la negativa del anterior Gobierno y el rechazo del grueso del mundo del arte)... Y esta mañana hemos visto «in situ» un complejo robot instalado frente al cuadro. Pero, ¿qué hacía semejante artefacto frente a la obra maestra picassiana?
Se trata de un innovador proyecto de investigación del Departamento de Conservación y Restauración del Reina Sofía, en colaboración con la Fundación Telefónica, denominado «Viaje al interior del Guernica», con el que se quiere llevar a cabo el estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha sobre el estado de la obra.
Para ello se ha diseñado un robot de 9 metros de margo y 3,5 de alto, controlado por ordenador, que se desplaza delante del cuadro con una precisión de 25 micras. La primera fase consistirá en digitalizar la obra. Desde hoy y hasta junio el robot tomará más 24.000 fotografías en altísima resolución del «Guernica»: con luz natural, ultravioleta, infrarroja...
Se podrá llevar a cabo una recreación virtual del lienzo para que los especialistas puedan verlo como nunca antes. Durante el día, el robot no funcionará y se retirará hacia un lado para que los visitantes puedan contemplarlo sin problemas. Actuará, pues, durante las horas en que el museo cierra al público. En una segunda fase, se divulgarán los resultados en distintos soportes, se podrá navegar por la superficie del cuadro en 3D... El robot se quedará definitivamente el el MNCARS y con él podrán analizarse otras obras del museo.
El último gran estudio en 1998
El último gran estudio en profundidad del «Guernica» lo hizo el Reina Sofía en 1998. Se ocupó de ello el equipo de restauración del museo, capitaneado entonces por Pilar Sedano, hoy en el Prado. Se planteó entonces como el estudio definitivo de la obra y se llegó a la conclusión de que el Guernica» se hallaba «en unas condiciones de conservación muy precarias...» y se consideraba que, «desde el punto de vista de su conservación, no debe volver a exponerse la obra a ningún tipo de movimiento o traslado fuera de las salas del museo».
Borja-Villel, sobre el traslado del Guernica al Prado: «No hay tema, está zanjado»
Aquel estudio, si no definitivo, se acercaría mucho. No parece que este vaya mucho más allá en el conocimiento científico de la obra, aunque sí se podrá ver con mucha más nitidez la superficie del cuadro y la información del mismo será más precisa. No se plantea de momento una próxima restauración del cuadro más viajero de la Historia (más de medio centenar de viajes). La última restauración la llevó a cabo el MoMA en 1976.
Preguntado el director del Reina Sofía acerca de las reiteradas declaraciones a la prensa de Miguel Zugaza sobre su deseo de que el Guernica» acabe en el Prado, Borja-Villel quitó hierro al asunto y dio por zanjada la polémica. ABC adelantó el proyecto que tenía ya diseñado el Prado para «arrebatar» el cuadro al Reina Sofía. Su objetivo era exhibirlo en el antiguo Museo del Ejército junto a obras tan emblemáticas como «Los fusilamientos del 3 de mayo» y «Las lanzas».
Pero, tras el rechazo del grueso del mundo del arte -todos los ex directores del Reina Sofía, incluidos- , el Gobierno de Zapatero dio al traste con el proyecto.«El deslinde de las colecciones no se puede cambiar cada día, comenta Borja-Villel; es un tema cerrado, no hay discusión posible. Que unos museos pidan obras de otros no es nuevo, es un tema recurrente. Ya pasó entre el MoMA y el Metropolitan, entre la National Gallery y la Tate... Aquí ha llegado más tarde. El "Guernica" necesita un lugar propio, contextualizado en los años 30. Sacarlo del museo sería sacarlo de su contexto».
¿Ha llamado al ministro de Cultura para quedarse más tranquilo de que el cuadro seguirá en el Reina Sofía? «No hay tema, está zanjado. Yo también puedo desear la colección del Hermitage y no se me ocurre llamar a Putin».
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