sábado, 7 de julio de 2012

¿Es 'cool' la literatura hispana?

ESPECIAL ‘EN CASTELLANO’
¿Es 'cool' la literatura hispana?

NURIA LABARI Y DARIO PRIETO
http://www.elmundo.es/elmundolibro/2002/11/29/anticuario/1038516338.html




16.000 editores estadounidenses han acudido a la Feria del Libro Internacional de Guadalajara (Méjico) en busca de títulos hispanos, porque la literatura en castellano está cada día más demandada en la tierra de las oportunidades. La cultura hispana no se está abriendo un hueco en EE.UU., está abriendo un camino y ya dispone de un espacio reconcido y en espansión. Los literatos hispanos son cada vez más leídos allá donde llegara Colón y algunos incluso han decidido irse a crear a aquellas tierras. ELMUNDO libro ha hablado con Ray Loriga, Jorge Parrondo y Roberto Quesada, tres “spanish” que viven y escriben en EE.UU.

  • ¿Cuál es la situación que vive “La lengua de Cervantes” en EE.UU.?


  • JORGE PARRONDO: Yo diría que es buena, cada vez mejor. Pero es también cada vez más preocupante, ya que a pesar de su uso mayoritario (en medios de comunicación, en escuelas…), incorpora continuamente nuevos vicios. No existe un control de calidad y yo diría que está creciendo con mucha falta de cuidado. Se está creando incluso un idioma nuevo, el “spanglish”, algo que puede ser positivo, pero también peligroso.
    RAY LORIGA: Es una lengua tremendamente extendida, aunque no de manera equitativa. Su presencia no es la misma en todas las capas sociales, ya que, a medida que se asciende en poder político, económico o intelectual, disminuye su presencia.
    ROBERTO QUESADA: De progreso, tanto en la lectura como en el aprendizaje. Acabo de regresar de la Feria del Libro de Miami y he notado como numerosas editoriales se van instalando –Siglo XXI– o creciendo –Mondadori– en EE.UU. Estas editoriales son también las que demandan autores como nosotros.

  • ¿Es América una tierra de oportunidades para los hispanos o el éxito se lo reserva el WASP (blanco anglosajón y protestante)?


  • JORGE PARRONDO: EE.UU. tiene muchos defectos, pero también una gran virtud y es que es un lugar donde todo el mundo tiene oportunidades. La situación de los afroamericanos no es la misma que hace 20 años, ni muchísimo menos, al igual que la de los hispanos. Además, las minorías tienen cada vez una mayor influencia en ese juego político prostituido.
    RAY LORIGA: Cualquier sistema –y esto se podría extender a España– es una tierra de oportunidades para los países más pobres. Más que de oportunidades yo hablaría de una tierra de posibilidades. Dentro de esta sociedad, cada grupo –wasp, judíos, árabes– tiene su parcela de poder y los latinos desempeñan un papel importante, son los que “parten el cobre”.
    ROBERTO QUESADA: Desde un punto de vista objetivo, la situación es difícil, aunque tácitamente se presente a EE.UU. como una tierra de oportunidades. Hay que tener en cuenta que, para mucha gente que llega a este país, sólo el hecho de tener un puesto de trabajo, es un sueño. Así, entre lo peor, escogen lo “menos peor”. Pero no hay que engañarse: las oportunidades no le asaltan a uno mientras camina por la Quinta Avenida o la calle 8. Hay mucha competitividad, desventajas idiomáticas y, como he señalado alguna vez, también étnicas. Tras el 11-S, el menos sospechoso es el más blanco.

  • ¿Qué tipo de hispanohablante vive en EE. UU.? ¿Es cierto el estereotipo de personas de escasa educación, poco lectoras o piensa que existe un mercado cultural hispano potente en EE.UU.?


  • JORGE PARRONDO: El nivel cultural es, por lo general, muy pobre. Por ejemplo, en la ciudad de Los Angeles, que es donde yo vivo, se edita el diario La Opinión, muy conocido y leído. Pues bien, este periódico no cuenta con ningún tipo de suplemento cultural, ni tampoco se le da importancia a este aspecto. Es algo que se nota en cosas como esta y es una verdadera pena.
    RAY LORIGA: Hay de todo. Lógicamente, en las universidades el nivel es mayor, y cada vez se nota un mayor peso en este ámbito, pero la mayoría de los hispanohablantes siguen siendo trabajadores de nivel medio-bajo.
    ROBERTO QUESADA: Yo vivo en Nueva York desde 1989 y he podido presenciar cómo ha habido un cambio en la inmigración. Hasta los años 80, la prioridad era comer. Pero a partir de ese momento, ha empezado a llegar un nuevo flujo de personas, más culto y más interesado en otros temas. Vienen de países donde la situación caótica no se corresponde con la vida cultural, como es el caso de Colombia, siempre a la vanguardia de Latinoamérica, de Chile o de Argentina, víctima de la crisis de la globalización.

  • Estados Unidos siempre se ha presentado como un crisol de culturas. ¿Crees que afecta esto a la escritura que se realiza allí?


  • JORGE PARRONDO: Sí, considero que es algo que tiene muchísima influencia. Lo que en España llama la atención –la inmigración– en EE.UU. está más que superado y ha enriquecido la sociedad. Esto genera unas situaciones que pueden ser muy aprovechables. A mi me sirve mucho, ya que genera situaciones muy cómicas, a pesar de la difícil convivencia.
    RAY LORIGA: Lo que más influye a la escritura, es la lectura. Aparte de esto, creo que el “melting pot” es un mito. Hay diferentes culturas que conviven, pero de ahí a que se mezclen hay mucha distancia. Esa fusión se da sólo en actividades triviales como comprar, ir al cine, etc.
    ROBERTO QUESADA: Claro que influye; es el medio dónde uno se desenvuelve. Después de la publicación de mi novela ‘Big Banana’, donde retrataba la odisea de un hondureño en Nuev York, me vi encasillado como el “Superescritor de la inmigración”, un lugar donde no me sentía cómodo. No me siento el abanderado de nada ni tampoco quería aprovecharme de ello. La cuestión es que si uno vive en Nueva York, tiene que hablar forzosamente de inmigración, esa diversidad te marca. Estuve hablando con Rosa Montero acerca de esto y llegamos a la conclusión de que lo importante es escribir, sin distinción de sexos o fronteras.

  • ¿Qué significa ser hispano y vivir o escribir en Estados Unidos?


  • JORGE PARRONDO: Yo diferenciaría entre el hispano y el español. Mientras que nosotros llegamos de Europa, de un país culturalmente importante, los hispanos llegan a Estados Unidos con un importante complejo de inferioridad. Lo que nos une es, a fin de cuentas, el idioma. Y resulta estupendo poder salir a la calle en ciudades como Los Angeles y comunicarte en español durante todo el día.
    RAY LORIGA: No significa nada. En mi caso se trata de una circunstancia personal, la de un escritor que se traslada y se mantiene en la isla de su idioma en una situación diferente. Es cierto que vivir en inglés y escribir en español te da una cierta esquizofrenia expresiva pero, de todos modos, no me considero representante de nada.
    ROBERTO QUESADA: Hasta hace poco estábamos totalmente ignorados, teníamos interés como objeto de estudio antropológico. Ahora la situación es distinta. Muchos miran a España como trampolín para llegar a la mayoría e, incluso publicar en inglés. Esto último ha infectado a muchos autores como un molesto virus, cuando la literatura debe caminar a su ritmo.
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