http://obrasocial.lacaixa.es/nuestroscentros/caixaforumbarcelona/eugenedelacroix_es.html
La riqueza pictórica y dibujística de Eugène Delacroix se instala por un tiempo en CaixaForum de Barcelona, en una impresionante exposición en la que se reúnen más de 130 obras procedentes en buena parte del Museo del Louvre de París. Estructurada en varios ámbitos temáticos, la muestra llega a Barcelona tras haber obtenido un importante éxito de público tras su paso por Madrid con más de 300.000 visitas.
Comisariada por Sébastian Allard, conservador del departamento de pintura del Louvre, esta exposición –la más completa que se le ha dedicado hasta la fecha tras la que tuvo lugar en París en 1963– pretende que el espectador pueda descubrir las muchas facetas del maestro, uno de los autores más destacados de la pintura francesa durante la primera mitad del siglo XIX. Aplaudido por algunos de sus contemporáneos, como Chopin o Baudelaire, en Delacroix se dan la mano tanto el placer visual como la seriedad intelectual.
Comisariada por Sébastian Allard, conservador del departamento de pintura del Louvre, esta exposición –la más completa que se le ha dedicado hasta la fecha tras la que tuvo lugar en París en 1963– pretende que el espectador pueda descubrir las muchas facetas del maestro, uno de los autores más destacados de la pintura francesa durante la primera mitad del siglo XIX. Aplaudido por algunos de sus contemporáneos, como Chopin o Baudelaire, en Delacroix se dan la mano tanto el placer visual como la seriedad intelectual.
Autorretratos
La muestra se abre con los autorretratos del artista , dos de los tres que pintó a lo largo de toda su carrera. De allí se pasa a la sección dedicada a la relación del autor con el modelo donde el desnudo se convierte en el eje de lo que fue su aprendizaje artístico. En este sentido, resultan fascinantes sus tres cuadros dedicados a Aspasia y que suponen una investigación ejemplar del color.
Delacroix también buscó inspiración en la literatura, como queda patente en su serie de 17 estampas para «Fausto» de Goethe, además de sus composiciones dedicadas a la tragedia «Hamlet» de Shakespeare y a los poetas Ovidio, Torquato Tasso o John Milton.
La muestra se adentra en los grandes temas de la pintura de Delacroix, como el retrato y el paisaje, sin olvidar su mirada al exotismo y la antigüedad consecuencia de su adscripción al movimiento romántico. En este último apartado se encuentran algunas de las obras maestras más importantes en CaixaForum y consecuencia de su viaje a Marruecos, como «Mujeres de Alger en su apartamento» o «Bodas judías en Marruecos».
La pintura del artista también se acercó a temas con los que quiso volver al clasicismo. Son sus aproximaciones a la tragedia griega de Medea, de la que realiza varias versiones del momento en el que la esposa de Jasón aparece con gesto salvaje, puñal en mano, poco antes de asesinar a sus propios hijos. De este periodo son sus cuadros sobre San Sebastián, al que pintas exhausto mientras Santa Irene le retira las flechas del martirio. Relacionado con su mirada religiosa son sus lecturas de Cristo en soledad, reflejada en algunos momentos de la Pasión y la crucifixión.
La muestra permite conocer sus investigaciones sobre la pintura de animales, brillando un cuadro de grandes dimensiones y que Delacroix presentó en la Exposición Universal de París de 1855. Es la tela «La caza de leones», que debe mucho a su admiración por Rubens.
Esperando a Goya
La sombra de Francisco de Goya, que protagonizará una gran exposición a partir de marzo en CaixaForum, surge en la exposición. Delacroix admiraba al aragonés y su estela se percibe en acuarelas en las que el francés copia o adapta algunos grabados goyescos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario