Lunwerg ha editado este nuevo libro que relata el Renacimiento a través de las biografías ilustradas de cien personajes relevantes de la época. Una forma amena, profunda y divulgativa de conocer la historia del Renacimiento, ilustrado con más de 200 imágenes.
Personajes célebres (como Leonardo da Vinci o Lorenzo de Médici) conviven con otros menos conocidos (como el peregrino Félix Fabri, el relojero y astrólogo real, Nicolaus Kratzer o el bufón de la reina Dick Tarlton). Entre todos nos descubren una de las épocas más apasionantes y convulsas de la historia. Especialmente interesantes resultan las biografías de mujeres renacentistas: desde cortesanas como la escritora Verónica Franco, hasta reinas como Margarita de Navarra, pasando por poetisas, pintoras, actrices o santas.
La Historia la forjan miles de vidas, públicas y anónimas, de hombres y mujeres que con sus pasiones, esfuerzos, credos, luchas, ideas, sueños e inventos, encarnan una época. “Vidas del Renacimiento” traza un retrato de aquellos que cambiaron el rumbo de la Edad Moderna.
Como cualquier otra era, el Renacimiento es una época llena de historias. En este libro, Robert Davis y Beth Lindsmith ilustran un centenar de personajes extraordinarios que trazaron sus vidas entre los años 1400 y 1600: la aristocrática matriarca Alexandra Strozzi, que deambulaba a hurtadillas por Florencia para observar a posibles esposas para sus hijos, el conocido criminal Catena, que no se contentaba con aniquilar a sus enemigos sino que también torturaba a las cabras que poseía, la joven escritora en ciernes Isotta Nogarola a quien tanto mortificó que un crítico dijese que “es imposible que una mujer elocuente sea casta”, el fiero duque guerrero Federico da Montefeltro, a quien le gustaba pasear por su feudo sin escolta mientras conversaba jovialmente con los mercaderes locales y el temible inquisidor Heinrich Kramer que insistía en que las brujas podían robar penes y esconderlos en nidos de aves como parte de sus rituales.
A través de estas breves semblanzas intuimos unas pautas generales que caracterizaron al Renacimiento; temas fundamentales como el retorno a los valores cívicos de Roma, la restauración de la literatura y el arte clásicos o el avance imparable de la reforma religiosa, sustentan cada una de las narraciones. Algunos nombres, Leonardo, Lutero, Lorenzo de Médicis o Maquiavelo, nos resultan familiares y conocidos, pero muchos otros resultarán nuevos para el lector. En “Vidas del Renacimiento” Davis y Lindsmith dan vida a astutos políticos, excéntricos cuentistas, fieros rebeldes o impasibles reaccionarios, así como a un pornógrafo, un acróbata, una actriz, un famoso comediante y, al menos, a una preocupada madre.
Diversas formas de vivir el Renacimiento
“Quienes abrazaron el humanismo lo interpretaron como quisieron o pudieron. Las maneras de vivir el Renacimiento fueron muchas y en este libro intentaremos presentarlas a través de la vida y obra de 94 personajes, de hombres y mujeres, santos y pecadores, eruditos y artistas. Muchos de sus nombres nos son familiares: los siglos XV, XVI y XVII vieron resplandecer a personalidades verdaderamente históricas, razón por lo que sería imperdonable que dejáramos fuera a Colón, Miguel Ángel, Lutero o Copérnico, pero no deberíamos olvidar a quienes vivieron y trabajaron en una relativa oscuridad y que, a su manera, personificaron este despertar, bien fuera haciéndolo avanzar, bien fuera oponiéndose a él”.
“Quienes abrazaron el humanismo lo interpretaron como quisieron o pudieron. Las maneras de vivir el Renacimiento fueron muchas y en este libro intentaremos presentarlas a través de la vida y obra de 94 personajes, de hombres y mujeres, santos y pecadores, eruditos y artistas. Muchos de sus nombres nos son familiares: los siglos XV, XVI y XVII vieron resplandecer a personalidades verdaderamente históricas, razón por lo que sería imperdonable que dejáramos fuera a Colón, Miguel Ángel, Lutero o Copérnico, pero no deberíamos olvidar a quienes vivieron y trabajaron en una relativa oscuridad y que, a su manera, personificaron este despertar, bien fuera haciéndolo avanzar, bien fuera oponiéndose a él”.
“Estudiamos sus vidas en siete secciones, agrupándolas siguiendo las corrientes intelecturales ligadas a las preocupaciones políticas y sociales de su época. Desde nuestro punto de vista, el Renacimiento no se ciñó a una nación o a un pueblo: el Renacimiento fue el estado de ánimo de sus gentes”. (Fragmento de la introducción)
1. Viejas tradiciones y nuevas ideas (1400‐1450)
Se empieza con las cinco décadas que median tentre 1400 y 1450, el medio siglo que marca la época, con diez personajes, italianos casi todos ellos, cuya extraordinaria curiosidad y movilidad ayudaron a asentar y propagar el nuevo humanismo. Con biografías de: Manuel Cristolaras, Cristina de Pizán, Leonardo Bruni, Jan Hus, Filippo Brunelleschi, San Bernardino de Siena, Donatello, Cosme de Médicis, Jan van Eick y Masaccio.
Se empieza con las cinco décadas que median tentre 1400 y 1450, el medio siglo que marca la época, con diez personajes, italianos casi todos ellos, cuya extraordinaria curiosidad y movilidad ayudaron a asentar y propagar el nuevo humanismo. Con biografías de: Manuel Cristolaras, Cristina de Pizán, Leonardo Bruni, Jan Hus, Filippo Brunelleschi, San Bernardino de Siena, Donatello, Cosme de Médicis, Jan van Eick y Masaccio.
2. Europeos en paz (1450‐1475)
Un segundo capítulo se centra en el Renacimiento propiamente dicho: un siglo de descubrimiento y tumultuoso devenir que se extiende de 1450 a 1559 y que comienza con cuatro hechos que coinciden en un solo trienio: la caída de Constantinopla (1453), la finalización de la guerra de los Cien Años (1453), la firma del Tratado de Lodi (1450) y la publicación de la primera edición impresa de la Vulgata por Gutenberg ( 1455). Con biografías de: Flavio Biondo, Luca della Robbia, Nicolás de Cusa, Francesco Sforza, Leon Battista Alberti, Pío II, Lorenzo Valla, Alessandra Strozzi, Isotta Nogarola, Federico da Montefeltro, Lucrecia Tornabuoni, Gentile Bellini y Mehmet II.
3. Las naciones emergentes (1470‐1495)
Bajo este epígrafe se nos resumen una serie de biografías de personajes que se desarrollaron en una época de consolidación nacional, de ascenso de la nación‐Estado unitaria, con una lengua común y una autoridad centralizada: William Caxton, Heinrich Kramer, Francisco Jiménez de Cisneros, Félix Fabri, Antonio de Nebrija, Matías Corvino, Lorenzo de Médicis, Luca Pacioli, Sandro Botticelli, Josquin des Prez, Aldo Manucio, Leonardo da Vinci, Juan II de Avis y Antonio Rinaldeschi.
4. Sorpresas repentinas (1490‐1515)
En la cuarta sección se estudian quince pesonajes centrados en los años 1490‐1515, un cuarto de siglo de cambios, marcado por la ambición dinástica de los príncipes europeos, las aventuras imperiales, y la grave crisis económica que hace tambalear los valores renacentistas. Con biografías de: Cristóbal Colón, John Caboto, Girolamo Savonarola, Jakob Fugger, Desiderio Erasmo, Nicolás Maquiavelo, Tomasso Inghirami, Alberto Durero, Nicolás Copérnico, Isabel de Este, César Borgia, Miguel Ángel Buonarroti, Baltasar Castiglione, Rafael y León el Africano.
5. El colapso del Antiguo Orden (1510‐1535)
Entre 1510 y 1535 se centran dieciséis biografías de europeos que tuvieron que arrostrar, entre otras incertidumbres el creciente colapso de la Iglesia y el ascenso del poder de España. Con biografías de: Jeireddín Barbarroja, Lucas Cranach el Viejo, Tomás Moro, Martín Lutero, Bartolomé de las Casas, Tiziano, Nicolaus Kratzer, Bernard van Orley, Cristoforo da Messiburgo, Vittoria Colonna, Margarita de Navarra, Pietro Aretino, William Tyndale, François Rabelais, Hans Holbein el Joven y Niccolò Tartaglia.
6. La nueva ola (1530‐1550)
La presentación del Renacimiento se cierra con una sección dedicada a los hombres y mujeres que brillaron entre 1530 y 1550 y vivieron un florecimiento de culturas cortesanas y protestantes. Con biografías de: Pablo IV, el emperador Carlos V, Benvenuto Cellini, San Francisco Javier, Andrea Palladio, Juan Calvino, Gracia Mendes Nasi, Andrés Vesalio, Santa teresa de Ávila, Catalina de Médicis, Louise Labé y Leonor de Toledo.
7. Formulación de la modernidad (1550‐1600)
La despedida final son catorce vidas correspondientes al período 1550‐1600, de personajes que tuvieron que enfrentarse a la aparición de un mundo moderno donde se difuminó el optimismo y los excesos renacentistas. Con biografías de: Laura Battiferra Ammannati, Pieter Bruegel el Viejo, Dirk Tarlton, Giovanni Pierluigi da Palestrina, Guiseppe Arcimboldo, Sofonisba Anguissola, Michel de Montaigne, Arcangelo Tuccaro, Edmun Campion, Catena, Verónica Franco, Tycho Brahe, Giordano Bruno e Isabella Andreini.
El Renacimiento en femenino
En este libro ocupan un papel importante las mujeres. El retrato de una de estas excepcionales mujeres renacentistas ha sido el escogido para presidir la portada del libro: se trata de la pintora Sofonisba Anguissola, en un autorretrato de 1556. Otras biografías en femenino son las de Cristina de Pizán, defensora de las mujeres, Alessandra Strozzi, madre y esposa intrigadora, Isotta Nogarola, joven humanista convertida en mujer sonata, Lucrecia Tornabuoni, la mujer más influyen de la familia más poderosa de Italia durante el siglo XV, Isabel de Este, “Primera dama del Renacimiento”, Vittoria Colonnna, la divina poetisa, Margarita de Navarra, escritora y reina, Gracia Mendes Nasi, señora de los sefardíes, Santa Teresa de Ávila, extasiada discípula de Cristo, Catalina de Médicis, reina maquiavélica, Louise Labé, poetisa, la duquesa Leonor de Toledo, impulsora de políticas avanzadas y organizadora de fiestas, Laura Battiferra Ammannati, la Safo de su tiempo, la pintora Sofonisba Anguissola, Verónica Franco, cortesana y escritora e Isabella Andreini, actriz vocacional. A través de ellas se puede ver el papel de la mujer en la cultura renacentista y su contribución a las artes, ciencias y política de la época.
En este libro ocupan un papel importante las mujeres. El retrato de una de estas excepcionales mujeres renacentistas ha sido el escogido para presidir la portada del libro: se trata de la pintora Sofonisba Anguissola, en un autorretrato de 1556. Otras biografías en femenino son las de Cristina de Pizán, defensora de las mujeres, Alessandra Strozzi, madre y esposa intrigadora, Isotta Nogarola, joven humanista convertida en mujer sonata, Lucrecia Tornabuoni, la mujer más influyen de la familia más poderosa de Italia durante el siglo XV, Isabel de Este, “Primera dama del Renacimiento”, Vittoria Colonnna, la divina poetisa, Margarita de Navarra, escritora y reina, Gracia Mendes Nasi, señora de los sefardíes, Santa Teresa de Ávila, extasiada discípula de Cristo, Catalina de Médicis, reina maquiavélica, Louise Labé, poetisa, la duquesa Leonor de Toledo, impulsora de políticas avanzadas y organizadora de fiestas, Laura Battiferra Ammannati, la Safo de su tiempo, la pintora Sofonisba Anguissola, Verónica Franco, cortesana y escritora e Isabella Andreini, actriz vocacional. A través de ellas se puede ver el papel de la mujer en la cultura renacentista y su contribución a las artes, ciencias y política de la época.
Algunas mujeres singulares
Cristina de Pizán, defensora de las mujeres c1364‐ c.1430 “Yo, que antes era mujer, ahora soy un hombre”, escribió Cristina de Pizán en “El libro de las transformaciones de la fortuna”. Podría ser un titular de un tabloide moderno, pero proviene de una alegoría del siglo XV, la historia autobiográfica de una mujer a quien el infortunio forzó a adoptar el papel de hombre. Al morir tempranamente su esposo, Cristina se quedó casi en la miseria, pero se negó a seguir el camino marcado para una viuda respetable: profesar en un convento o casarse de nuevo. En lugar de ello, emprendió una carrera literaria como si fuera un varón y así logró ganarse el pan con su ingenio y la pluma. Cristina de Pizán entró en la historia por tres motivos: por ser la primera escritora profesional europea, por ser una de las priemras humanistas francesas y, un hecho sin precedentes, por ser una proto‐feminista que fustigó la misoginia dominante en el pensamiento occidental desde hacía siglos.
Cristina de Pizán, defensora de las mujeres c1364‐ c.1430 “Yo, que antes era mujer, ahora soy un hombre”, escribió Cristina de Pizán en “El libro de las transformaciones de la fortuna”. Podría ser un titular de un tabloide moderno, pero proviene de una alegoría del siglo XV, la historia autobiográfica de una mujer a quien el infortunio forzó a adoptar el papel de hombre. Al morir tempranamente su esposo, Cristina se quedó casi en la miseria, pero se negó a seguir el camino marcado para una viuda respetable: profesar en un convento o casarse de nuevo. En lugar de ello, emprendió una carrera literaria como si fuera un varón y así logró ganarse el pan con su ingenio y la pluma. Cristina de Pizán entró en la historia por tres motivos: por ser la primera escritora profesional europea, por ser una de las priemras humanistas francesas y, un hecho sin precedentes, por ser una proto‐feminista que fustigó la misoginia dominante en el pensamiento occidental desde hacía siglos.
Sofonisba Arguissola c.1532‐1625
Es la única mujer cuya obra se expone en el Museo del Prado. Fue una de las excepcionales pintoras de su tiempo, aunque se la ignoró durante cuatro siglos y sus obras fueron atribuídas a Zurbarán, Moro, Tiziano o el Greco. Empezó a pintar muy joven y sus dibujos llegaron a impresionar al propio Miguel Ángel, a quien la pintora conoció cuando éste ya era un anciano. Su relación tuvo una gran influencia sobre ella y contribuyó a que Sofonisba atrajera la atención de los señores de Cremona en Milan, quienes, a su vez, la recomendaron al rey Felipe II. El rey de España buscaba en ese momento un pintor de la corte y una dama de compañía para su flamante esposa de 14 años, Isabel de Valois. Con Sofonisba mató dos pájaros de un tiro. La pintora enseñó a la reina a pintar y recibió numerosos encargos para pintar retratos de personajes de la corte.
Es la única mujer cuya obra se expone en el Museo del Prado. Fue una de las excepcionales pintoras de su tiempo, aunque se la ignoró durante cuatro siglos y sus obras fueron atribuídas a Zurbarán, Moro, Tiziano o el Greco. Empezó a pintar muy joven y sus dibujos llegaron a impresionar al propio Miguel Ángel, a quien la pintora conoció cuando éste ya era un anciano. Su relación tuvo una gran influencia sobre ella y contribuyó a que Sofonisba atrajera la atención de los señores de Cremona en Milan, quienes, a su vez, la recomendaron al rey Felipe II. El rey de España buscaba en ese momento un pintor de la corte y una dama de compañía para su flamante esposa de 14 años, Isabel de Valois. Con Sofonisba mató dos pájaros de un tiro. La pintora enseñó a la reina a pintar y recibió numerosos encargos para pintar retratos de personajes de la corte.
Cuando la reina murió, Sofonisba permaneció en Madrid dedicada a la pintura y a la educación de las infantas reales, y se casó con un grande de España. Tras enviudar, conoció a un joven patricio genovés con el que pudo dedicarse durante otros cuarenta años a la pintura. Murió a los 93 años y podemos conocerla muy bien a través de los numerosos autorretratos que nos dejó.
Los autores
Robert C. Davis es profesor de Historia del Renacimiento en la Universidad Ohio State. Es autor de Esclavos cristianos, amos musulmanes (2003) y varios estudios sobre Venecia, entre los que destacan Constructores del arsenal veneciano (1991), La guerra de los puños (1995), Los judíos del inicio de la Venecia moderna (2001) y Venecia, el laberinto turístico (2004).
Beth Lindsmith ha dado clases de redacción y escritura creativa en la Universidad Ohio State. ha publicado varios estudios de historia, filosofía, antropología y diversos ensayos que han gozado de una gran difusión.
Ficha del libro
Vidas del Renacimiento
Robert C. Davis y Beth Lindsmith.
Lunwerg E. 2012
18,6 x 246 cm. 260 pp.
ISBN: 978‐84‐9785‐802‐1
Cartoné con sobrecubierta
PVP: 29,50 €
A la venta el 21 de febrero 2012
Vidas del Renacimiento
Robert C. Davis y Beth Lindsmith.
Lunwerg E. 2012
18,6 x 246 cm. 260 pp.
ISBN: 978‐84‐9785‐802‐1
Cartoné con sobrecubierta
PVP: 29,50 €
A la venta el 21 de febrero 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario