jueves, 6 de enero de 2011

La Palabra Itinerante es un colectivo de agitación y expresión, una plataforma de acción artística y literaria, una comunidad.

La Palabra Itinerante es un colectivo de agitación y expresión, una plataforma de acción artística y literaria, una comunidad.
Lo forman escritores/as y artistas, con percepciones estéticas y éticas en común, que suman esfuerzos y comparten camino y aprendizajes en el deseo de participar en la construcción social, no sólo a través de la creación de cada texto (bien de forma individual, bien de forma conjunta), sino también mediante (otras) prácticas sociales concretas que acerquen el arte a las gentes y lo ofrezcan como herramienta que puede ayudarnos a vivir más vivamente: a comprender mejor, a sentir, a transformar, y que propicien espacios y tiempos oportunos para la reflexión crítica, para el encuentro y el diálogo.

La Palabra Itinerante, amalgama de las inquietudes y haceres de sus componentes, libremente organizados para cada diversa coyuntura, es una red surgida en Andalucía La Baja en 1992 (hoy extendida por aquí y por allá) a través de la cual se desarrollan diversas iniciativas y acciones y creaciones poéticas, literarias y artísticas colectivas: lecturas públicas; conciertos; obras escénicas; la coordinación y realización de actividades pedagógicas, como es el caso de los diversos talleres de creación literaria que imparten para diversos públicos y en diferentes espacios (desde bibliotecas, fundaciones y universidades a prisiones o centros sociales…), fruto de un laboratorio permanente de investigación en contenidos, recursos, metodologías y propuestas en la pedagogía creativa; ediciones de libros de autores cuya literatura aman; intervenciones artísticas; exposiciones; organización de festivales y encuentros literarios (destacaríamos aquí el ciclo Poesía en Resistencia, veterano –desde 2001– ciclo independiente de poesía en vivo, lecturas y encuentros con autores nacionales e internacionales –poetas, músicos, cantautores, poetas visuales, actores, activistas del arte, editores...– que ha disfrutado de diferentes sedes en Sevilla, Cádiz y Granada); blogs; cedés; libros publicados en diversas editoriales...
Una de las prioridades del colectivo ha sido siempre la búsqueda de prácticas para conseguir el desarrollo máximo de las potencialidades de los textos escritos a través de la palabra oral y sus entrecruzamientos con la imagen, la música, la escena... tanto en actuaciones en vivo como a través de diferentes registros y soportes.
Los autores/as que se unen en estas tramas de reflexión y acción, de indagación creativa, creen en una cultura crítica, cuestionadora, señaladora de los conflictos de nuestro tiempo con abordajes no simplificadores, y para ello proponen y encaran iniciativas para no callar ante la permanente construcción de un mundo injusto, un mundo lleno de violencias y aturdimiento, lleno de exclusión y olvido. Como dice Foucault: Crear y recrear, transformar la situación, participar activamente en el proceso: eso es resistir. Las actividades del colectivo parten, pues, de los presupuestos de una fuerte implicación con el entorno social y de una conciencia de la responsabilidad y la función social del arte, el hecho literario y quienes lo ejercen.
Los creadores/as que colaboran en esta aventura vienen derivando, desde los orígenes del proyecto, en mil enredos y labores en relación con la creación artística, el activismo cultural y la acción social.
Se ofrecen a continuación dos textos de reflexión colectiva desde La Palabra Itinerante, ya reproducidos en diferentes publicaciones.


UNA MANERA DE MIRAR PÁJAROS EN VUELO:
UNA APROXIMACIÓN A LA POESÍA EN RESISTENCIA
I
Seguir la corriente, sumar ruido al ruido, incluirse en la tramoya, en la farsa, en
el escaparate de los discursos huecos, vanos, innecesarios, narcisistas, es
cómodo, es fácil (basta afinar con la clave vacía, con las formas autorizadas y
recomendadas de banalidad, con su temperatura exacta), es cobarde, es
injusto, y es una pena.
Por eso múltiples resistencias hilan y exponen sus discursos y sus actos de
insumisión cívica, ejercicios de conciencia práctica, de pública reflexión. Los
textos con tramas y pretensiones artísticas no pueden ser indiferentes al estado
de las cosas, no deben (auto)silenciarse ni silenciar la permanente
construcción de un mundo injusto. Por todas partes numerosas minorías hacen
asomar sus tentativas, sus voces, y hacen evidente el conflicto en una realidad
que tantas veces se nos quiere presentar como terminada e inamovible.
II
Poesía en resistencia es un concepto escurridizo –voluntariamente
escurridizo–, borroso, permanentemente en fuga, (pero) que tal vez pueda ser
útil para agavillar prácticas literarias y vitales y sensibilidades varias:
numerosas voces repartidas por todo el Estado, colectivos sociales y culturales,
publicaciones... que parecen intentar similares búsquedas estéticas y sociales
e investigaciones en los procesos de creación y difusión de la expresión
artística.
Les une: una conciencia de la responsabilidad y de la función social de los
discursos estéticos y de quienes los fabrican; un compromiso decidido con la
hondura, honestidad y alcances comunicativos (conscientes e inconscientes)
de las prácticas estéticas; una confianza en la utilidad de las palabras para
hacer, para negar los tendenciosos discursos que hace imperar la Dominación,
y construir así fisuras, posibilidades, dudas, indefiniciones que permitan la
interrogación y la reflexión; una fuerte implicación con el entorno y sus
conflictos, con las experiencias de sufrimiento, injusticia y opresión, partiendo
desde la vivencia local y no-espectacular; en este último sentido, comparten
una especial preocupación por la expresión libre y reflexiva (
libre expresión de un pensamiento esclavo?
aquellos que menos probabilidades y recursos tienen para hacerlo,
promoviendo tiempos, espacios y prácticas que la permitan. Les une asimismo
la creación y/o participación en redes de trabajo, apoyo y colaboración para
conjugar esfuerzos de pensamiento y acción y hacer más eficaces las
propuestas aisladas, procurando la superación con ello de egoístas y estériles
lógicas individualistas: huyen pues de la sacralización de la autoría, el
solipsismo, la resignación y sus componendas –o las componendas y su
resignación–, y otras formas de conservadurismo; les une también, creemos, la
pretensión de centrar el protagonismo sobre la creación textual y no tanto sobre
su autoría y la persona concreta que la sostiene, y al mismo tiempo, la
búsqueda de mejores prácticas para accionar el texto, para ponerlo en juego y
realizarlo socialmente, para conseguir el desarrollo máximo de sus
potencialidades de revelación y alumbramiento. Esquivan por tanto los rancios
rituales huecos y su cenicienta, aburrida, mortuoria impostura.
No parece ser el objetivo de estas personas que escriben obtener un hueco
personal en el Espectáculo, un pequeño lugarcito de gloria en el informativo, en
el cambalache del mercado y sus etiquetas. Por el contrario, su condición de
gentes dedicadas a la escritura les obliga a asumir con rigor ético y
compromiso moral el difícil y conflictivo equilibrio entre supervivencia
económica y rechazo del orden y lógicas institucionales y espectaculares,
tratando de mantener en lo posible sin merma ni negociación sus objetivos y
prácticas.
¿De qué sirve la, nos advertía Juan de Mairena) de
III
¿Cómo desarrollar proyectos de acción, difusión y realización de poesía en
resistencia y hacerlas conciliar con unas estructuras sociales y culturales
profundamente penetradas, contaminadas, por poderes y discursos
desactivantes, paralizantes, pacificadores, vaciadores de sentido? El método
más común en la poesía en resistencia es el de la guerrilla: incursiones rápidas
en territorio hostil para cubrir los objetivos, y luego regresar a terreno seguro.
Como decía un músico de jazz:
Espectáculo tratando de inyectar vida y negaciones en el vaciado de discurso
que le es propio sin instalarse en su lógica. Se trata asimismo de buscar y
encontrar lugares, y ocasiones, propicios para maniobrar. Más allá de la queja
contra el mercado, más allá de la resignación, más allá de lamentar que el
poder no ceda, no conceda, sus lugares y sus tiempos: multiplicar los frentes y
las posibilidades, compartir y/o crear nuevos espacios, distintos espacios y
tiempos, ajenos o periféricos a la Dominación, y recuperar aquellos que
creemos/creen que nos han arrebatado. Se trata pues de inventar formas y
actividades más allá de los rituales heredados (otras maneras de entender la
publicación, la recitación, la pedagogía literaria...), y, en la confrontación con lo
institucional, rechazar posturas de absoluta deserción –asumir la marginalidad
es muchas veces callar– y por supuesto rechazar las de absoluta dependencia
–que es casi siempre callar–.
Llega, toca, lárgate. Se trata de usar el
IV
La poesía en resistencia es una poesía desafío, una poesía tentativa. Lo dijo
Deleuze:
nuevas armas. Nuevas armas: incendios propagándose desde los márgenes.
Es, también, una poesía en derrota –necesariamente en derrota–, pero,
siguiendo a Claudio Rodríguez, nunca en doma.
No hay lugar para el temor, ni para la esperanza. Sólo cabe buscar
V
Se les ve acudir a la cita cotidiana con el mundo con la voluntad de distinguir,
sentir y participar de la verdadera vida, la que emerge bajo simulacros y
falsificaciones, y hacerlo colectivamente, compartidamente. Esto es ya una
vivencia de la transformación social, un latido de otros mundos posibles.
Practican pues un conflictivo y violento diálogo con/contra la capacidad
devoradora de sentido y verdad que tienen las ideas y los nombres que
sustituyen a la experiencia y la materia, enmascarándolas.
El primer y más constante combate (además del ya citado, el que mantiene
frente al lenguaje) que emprende el o la poeta en resistencia es el de sí mismo
contra sí mismo, el de su propia transformación. Luego, esta lucha será materia
para su expresión. Podrá así contarla, compartirla, tomar nota de las
dificultades y dar fe de barreras y posibilidades, y hacerlo, como es su labor y
ambición,
poemas que persiguen intensidad emocional y comunicación verdadera. En
poemas que combinan el arañazo al pensamiento y al corazón, esa punzada
luminosa que tiembla en las entrañas, con el compromiso: el señalamiento y la
denuncia de las heridas y opresiones de nuestro tiempo, provocando, así, a
partir de la palabra, un acto de cuestionamiento de la Realidad.
La poesía en resistencia es una búsqueda de la voz común del poema útil:
esas pocas palabras que nos convocan y nos incluyen, y nos ayudan a vivir.
Es, siguiendo a Agustín García Calvo,
veras contra la Realidad, aunque sea a través de mi boca o de mis manos
tratar de vivir mereciendo nuestras ansias: vivir poéticamente, dejarse arrastrar
por la aventura de lo que no está hecho, de lo que no se sabe.
levantando incendios en los matorrales del lenguaje (Nietzsche). Enintentar dejar que la voz común hable de. Es
VI
Toda poesía es social. Toda poesía es política. Todo acto de discurso parte de
unas premisas, de un marco, de unas circunstancias históricas y vitales, de
unas intenciones. La poesía en resistencia intenta –se hizo siempre, se está
haciendo, siempre se hará– una poesía (social) ambiciosa en su capacidad
comunicativa y esforzada en su lucha cuerpo a cuerpo con el idioma.
Y, ¿cómo encontrar una comunicación transformadora? (y para explicar qué es
comunicación transformadora Jorge Riechmann nos regala esta hermosa cita
de René Char:
sumergir en la actualidad a aquellos en cuyo espíritu prevalecen los juegos
perdidos del sueño
vez mejor. Y para ello aprender con otras y otros, junto a otras y otros.
Hacer soñar largamente a quienes por lo general no sueñan, y). Trabajando. Trabajando duro. Y tratando de hacerlo cada
VII
Dice Adrienne Rich:
Las palabras son mapas. Vine a ver el daño causado y los tesoros que
perduran
Dice Sophia de Mello Breyner:
reconstrucción del mundo
Vine a explorar el naufragio. Las palabras son intenciones..Este es mi oficio de poeta para la.
VIII
Poesía en resistencia no es una poesía instrumental: No está al servicio de
nadie, de ninguna idea o entidad, respira desde la conciencia, desde esa herida
abierta, en guerra, que llamamos conciencia.
La poesía en resistencia no se justifica por la inocencia (¿quién es inocente?)
de sus ideas o sus buenas intenciones. Sólo su acierto poético puede
convertirlo en buena poesía, en poesía útil, necesaria.
Y sí, la poesía en resistencia se sitúa contra la poesía del bienestar, contra la
poesía cómplice con el estado de las cosas. Y lo hace realizando su trabajo,
afinando y afilando sus versos navegables. Prescindiendo de polémicas
gratuitas, de estériles y rutinarios coloquios agotados.
IX
La poesía en resistencia está en permanente cuestionamiento, su
conceptualización no es una etiqueta, es un marco borroso donde indagar,
seguir buscando líneas de fuga, potencialidades, nuevas acciones.
Poesía en resistencia no es un concepto que quiera solidificar magmas ni
enjaular nombres o voces. Es una pista donde aterrizar para armarse de
combustible. Es una manera de señalar, con un vistazo, ciertos, múltiples
vuelos.
Poesía en resistencia es un puñado de inquietudes diversas que aprenden de
sus diferencias, y que saben que lo que realmente importa es lo que les une, si
esto es raíz y es savia.
Poesía en resistencia es proceso abierto, en construcción. Usted también
puede ser poeta en resistencia.
X
Queda mucho por hacer. ¿Quién quiere jugar a desnombrar y a nombrar de
nuevo todo, preguntando de todo por qué? ¿Quién quiere apostar por la ternura
y sus filos, por la confrontación que pone la comprensión como factor en juego,
a la búsqueda? ¿Quién quiere palpar sus límites, abrazar sus dudas, abrir los
ojos al conflicto y su desgarro, y frente a él, dejarse el tiempo –la vida– en la
respiración de un verso, en su horizonte, en su llama?
Queda seguir cuestionándonos sobre el lenguaje y el hecho creativo, sobre las
violencias constantes y criminales que nos asolan y acechan, sobre el amor y
el desamor, sobre el tiempo y su injusticia, sobre la belleza, sobre los frentes
de lucha abiertos contra la opresión.
Queda seguir escribiendo por amor. Escribir para entender el mundo. Escribir
para cambiarlo.
NOTA:
La poesía en resistencia es un continuo proceso de aprendizaje de quienes
fueron y son, de quienes están siendo, de quienes serán.


USTED TAMBIÉN PUEDE SER POETA EN RESISTENCIA.
ALGUNOS CONSEJOS ÚTILES SI ÉSTE ES SU OBJETIVO
1.
Vive y cuéntalo. Vive y busca la verdadera vida. En cualquier momento uno
puede morirse: más vale aprovechar este tiempo para aprender, hacer cosas buenas y
ayudar a vivir a los demás.
2.
Libera tus deseos y pregúntate por la verdad. Quiere mucho a quienes se lo
merecen (acciona tus emociones) y con quienes no se lo merecen no te ofusques. A
esa gente, como decía Rousseau,
no descartes odiarles.
mejor huirles que odiarles. Aunque, si fuera preciso,
3.
Un poema lo es si se parece a la vida. Un poema lo es en tanto es puente, río
navegable, hoguera en noche fría. Accionar un poema es modelar sus alas, enseñarle
a volar, señalar su dirección.
Tu exigencia es mejorar día a día en lo que haces.
4.
Ama tu creación, que es tu texto (palabras, música, gestos...). Ámalo y
considéralo sagrado. Llénalo de vida, aunque a veces parezcamos imbéciles
buscando un adjetivo, a cuatro patas, a las cinco de la mañana. Trabaja tu texto hasta
que puedas mirarle a los ojos y decirle: LEVÁNTATE Y ANDA; y se levante y ande.
Después despídete de él. Tu criatura, frágil y quebradiza, ya no es tuya. Ahora es de
los ojos, los oídos y los corazones agradecidos que te ven, te escuchan y se ocupan
de ella. Ellos - los que están ahí- van a hacerla crecer.
5.
Respeta a quienes están ahí y escuchan. No es que siempre tengan razón,
pero habrás de admitir que si la cosa no funciona, no será siempre culpa suya.
Respeta también a quien no te escucha: en la vida hay muchas cosas –y tú eres el
primero en reconocerlo– más interesantes y divertidas que hacer (muchos temas de
los que hablar, muchos cuerpos que acariciar...) antes que estar escuchando a un o a
una poeta en resistencia.
6.
Nadie está solo. Tampoco tú. Somos más de lo que parece, y en todas partes.
Las llamas se propagan silenciosamente: EL INCENDIO PROSIGUE POR LOS
MÁRGENES. Colectiviza, comparte, busca compañías en el viaje –siempre son
pocas– y déjate encontrar por ellas.
Participa en redes en resistencia, o créalas. A solas no se hace nada, a solas
somos aburridos y nos aburrimos, a solas no se puede cambiar nada. Tu proyecto, o
es comunitario y colectivo, o son simplemente tus pamplinas: poesía de confesionario.
Tu voz, o aspira a incluir a muchas voces, o es soliloquio de farero.
7.
Tu misión es inventar una comunicación transformadora. Es un trabajo
emocional. Tu tarea es revelar (es decir, expresar lo que hondamente ya se sabe, pero
es velado entre falacias, simulacros y silencios), señalar que el emperador está
desnudo, que su traje es mentira, y que esa mentira está sostenida por violencias y
explotaciones. Tu tarea es denunciar la herida y meter la mano en su sangre. Negar,
resistir. No quieras entretener: ese trabajo es el suyo, de eso ya se encargan ellos.
Nosotros estamos aquí para intentar decir y practicar verdades. Nadie dijo que fuera
fácil.
No temas ser trágico o pesimista: dijo Gramsci una vez, y para siempre, que
hay que ser pesimista por la inteligencia y optimista por la voluntad.
8.
Tu objetivo es hacer estallar revoluciones (para tod@s todo, para nosotr@s
nada..., etc.). Si tu objetivo es lograr fama y dinero, pasa al apartado nueve:
en resistencia y el dinero
REVOLUCIÓNATE. Lo mejor es empezar por ti mismo: tú también eres una
víctima de la invasión de los ultracuerpos, tú también eres en gran parte Ley, un
vaquero disparando contra los sioux... Así que: ¡cuidado! REVOLUCIÓNATE. No te
duermas en los laureles. Ve contra ti hasta no tomarte en absoluto en serio: haz el
amor y no la guerra, haz el humor y no la guerra... Procura ser mejor persona, en
definitiva, y luego trata de contar lo jodido que es eso, lo difícil, lo terriblemente jodido
que es eso. Eso ayuda mucho.
el poeta.
9.
EL POETA EN RESISTENCIA Y EL DINERO. El dinero es una mierda. El
dinero lo pudre casi todo. Ten cuidado con él. Defiéndete de su amenaza. Pero hasta
que tu casero no te acepte un poema como pago del alquiler, procura conseguir el
suficiente para ir tirando.
10.
EL POETA EN RESISTENCIA Y SU CONVIVENCIA CON LO
INSTITUCIONAL. El método más adecuado es probablemente el de la guerrilla:
incursiones rápidas en territorio hostil para cumplir los objetivos y regresar a terreno
seguro. Como decía un músico de jazz: llega, toca y lárgate. Usa el Espectáculo, trata
de inyectar vida y negaciones en el simulacro que le es propio; no te pringues ni te
instales en su lógica; diviértete. Intenta no reproducir la lógica del terreno hostil: tú
estás en él de paso. Y sobre todo realiza tu tarea de manera descarnada y honesta.
Eso siempre. Eso innegociable.
Tu territorio es la calle, tu lenguaje el común, el que necesitas para respirar.
Mantente alerta ante las jergas y lenguajes falsificadores de la Dominación, el idioma
del agente comercial.
Busca y encuentra lugares y ocasiones para maniobrar. Multiplica los frentes,
las posibilidades. Comparte o crea espacios y tiempos diferentes, ajenos o periféricos
a la Dominación. Recupera lo que creemos/creen que nos han arrebatado.
No te dejes atrapar. Hazles un lío. Juega a lo escurridizo, lo ambiguo y lo
esquivo. Confúndeles. Cambia tus nombres constantemente. Niega cualquier
definición que pueda reducir, calificar, integrar o institucionalizar tu trabajo. Lezama
Lima:
Huye de la máscara, del personaje. Escápate del papel que quieren
adjudicarte, que sólo ellos han decidido.
Definir es cenizar.
11.
11.a.
el mundo: no creemos que hagan falta pruebas. Entendiendo el trabajo como trabajo
para el enemigo (aquel que promueve, desarrolla e impone el Estado-Capital para su
propia constante reproducción) lo ideal es que el poeta en resistencia se mantenga en
lo posible lejos de él (por otra parte, esto debe extenderse a todo ser humano que se
resista a la sostenida expropiación y esclavización de su vida). En cualquier caso,
conocer/padecer eventualmente las inclemencias y calabozos propios de la
explotación del hombre por el hombre no debe ser motivo para que te fustigues. Por el
contrario, aprovecha tu experiencia para aprender: el veneno del Capital aplicado en
pequeñas dosis despierta y aviva la conciencia. Todas las vivencias –las de la
celebración y las de la derrota- son materia de creación.
Para justificar tu objetivo y tus prácticas de no-trabajo no caigas en la trampa
que el Sistema nos tiende: nunca sacralices la figura del artista. Tú, poeta en
resistencia, no eres más que nadie, y no te ampara inspiración divina alguna que te
convierta en un ser privilegiado y especial. Tú estás en esto como podrías estar en la
vendimia francesa, en el bufé de tu padre o cogiendo tagarninas. Por suerte, y con
curro, estás ahí. Vale. Como el carpintero hace su mesa o el panadero hace su pan.
Así de simple.
EL POETA EN RESISTENCIA Y EL TRABAJO. El trabajo es lo peor que hay en
11.b.
están los albañiles, los taxistas, los presos, los bombardeados y los muertos.
Demasiado que estamos vivos.
ganamos la guerra
comunicación verdadera, acción transformadora, hay victoria: vencemos a la muerte.
Recuérdalo siempre:
LA COSA ESTÁ MUY CHUNGA. Pues sí: la cosa está muy chunga. Pero peorNo importa perder todas las batallas si al final, dijo Bob Dylan. Y cada vez que hay auténtica poesía,estamos en derrota, no en doma (Claudio Rodríguez).
12.
Al amanecer, armados de una ardiente paciencia, entraremos a las
espléndidas ciudades
(Rimbaud).
13.
Nunca te fíes de los consejos de un poeta de en resistencia.

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