ROTHKO
No los colores, ni la forma pura.
Memoria de la tinta. Sedimento
que decanta la luz de su pigmento,
más allá de la tela y su armadura.
Las líneas no, ni sombra ni textura,
ni la breve ilusión del movimiento;
nada más que el silencio: el sentimiento
de estar en su presencia. La Pintura
en franjas paralelas cuya bruma
cruza la tela intacta, aunque teñida
de cinabrio, de vino que se esfuma;
púrpura, bermellón, anaranjada…
El rojo de la sangre derramada
selló su exploración. También su vida.
cuyo ardor te calcinó,
saciado, sólo quedó
dispersa ceniza escasa.
Muda inconstancia que abraza
el aparente sentido
del cuerpo obscuro y prohibido
–o del tuyo en el espejo
de la otra piel–. No me quejo
de arder. Ni de haber ardido.
SEVERO SARDUY (De ‘Un testigo fugaz y disfrazado’. Edicions del Mall, 1985)
Fuente:
http://islakokotero.blogsome.com/category/rothko/
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