ESCRITORA Y ACADÉMICA DE LA LENGUA.
Soledad Puértolas
Inmersa en las últimas páginas de su última novela, la escritora habla sobre la RAE, la literatura y la política. Dice que ella es, de momento, miembro de la Academia, que lo de miembras es política, que en la Academia existe debate y polémica y que el best seller es el rival de cierta literatura. Dice que si fuera Zapatero, Chacón sería su baza.
¿Qué tal se encuentra la RAE? ¿Se esperaba lo que ha encontrado?
Estoy encantada de estar en una institución más viva de lo que me imaginaba. No tenía una imagen concreta de lo que era, no me lo había planteado como un objetivo en mi vida. Es un lugar de trabajo y de polémica. Se trabaja sobre las palabras, se discute sobre ellas, se rehacen las definiciones, me gusta. Luego está la parte de la polémica, hay mucho debate.
¿La RAE está tan apartada de la calle como parece?
La RAE es un reflejo de lo que existe en la sociedad. Lo que pasa es que hay muchas tendencias, académicos más alejados de la sociedad y otros muy metidos en ella. La RAE está hecha de personas y yo lo que veo en el día a día, desde luego es como la calle.
¿Qué le gustaría aportar a la RAE?
Mi posición como creadora es más libre y más amplia. En todas las discusiones yo me siento muy libre de prejuicios, no tengo el peso de la norma. Ese espíritu independiente es lo que puedo aportar.
Cinco mujeres frente a 41 hombres. ¿La RAE es una institución machista?
Lo que sí que ha sido es una institución que vetaba la entrada a las mujeres. Ahora no es así, en absoluto me siento tratada de una manera distinta por ser mujer. La idea de vetarlas es una injusticia, pero ver a las mujeres ya es un segundo paso, porque existe una especie de prejuicio que impide verlas. Estamos en este proceso, de que se vaya cayendo un poco ese velo que se tiene en las grandes instituciones, no solamente en la RAE.
¿Es miembro o miembra de la RAE?
De momento soy miembro. Yo sería partidaria de no incidir en polémica, porque en realidad es la sociedad la que produce los cambios y no el lenguaje, el lenguaje como motor de cambio sería un dirigismo. No parece que sea un tema candente, son cosas mucho más políticas que reales. Entiendes que todo lo político quiera impregnar a la sociedad de su ideología, pero es que es un empobrecimiento. La sociedad es mucho más rica que la política y ya decidirá. La igualdad va por otro lado, en la consideración, en un respeto.
¿Habrá una presidenta de la RAE?
Pues muy probablemente, por qué no. En este momento los creadores no somos proclives a dirigir nada, porque nos coarta la libertad y somos muy celosos de nuestro tiempo, pero yo desde luego lo apoyaría.
La RAE acaba de aprobar una nueva ortografía, muy polémica. ¿Está de acuerdo con todos los cambios?
Por supuesto que no, ¿cómo vas a estar de acuerdo con todos los cambios? La ortografía ha intentado aunar los criterios en toda Latinoamérica. Ha sido más una labor de unión con otras lenguas. El debate de fondo para mí sería la obligatoriedad de la norma, eso yo lo pondría en cuestión, no hay que ser rígido en eso. Que no fueran unas normas que puedan ser motivo de una sanción. Comprendo que la norma rígida siempre es mucho más fácil de aplicar. La ortografía es importante, pero la pondría un poco en un paraguas normativo más suave.
Algunos alumnos estarán encantados de oír esto. Se suspende por faltas de ortografía.
Me ha parecido siempre muy doloroso y muy injusto. El profesor comprenderá cuándo se ha cometido una falta por una casualidad o cuándo es una cosa que no está clara. La idea de que por una falta, como por un pecado, te vas al infierno...
Y cuando dice estas cosas en la RAE...
Hay mucha polémica, nadie está de acuerdo con nadie. Es una de las sorpresas agradables. Yo me expreso más en la comisión de trabajo porque allí el trabajo es la palabra. Esas cosas no las digo en la RAE, pero allí se dice esto y mucho más.
¿Insultos también?
Mejor me callo... Es como el Parlamento inglés, con muy buenos modos, el don, la doña por delante y tratándose de usted en las juntas, pero se dice de todo en la RAE.
Ponga un ejemplo, por favor.
No, no.
¿Hay una mala influencia de las nuevas tecnologías en nuestro lenguaje?
Son lenguajes específicos, está el lenguaje del teléfono móvil, el SMS, los e-mails, siempre han existido los lenguajes específicos. Ese no es el problema del empobrecimiento del lenguaje, este está en una deficiencia educativa. Una persona que ha sido introducida en la lengua y en la literatura con mucha riqueza va a valorar el lenguaje, eso se da en el sistema educativo. Exigiría un esfuerzo económico y no parece que el interés general de las sociedades vaya por ahí, ahí sí que está el reto.
¿Por qué momento pasa la literatura española hoy?
Este es un momento muy disperso. Ya no existen unas características claras de lo que es nuestra literatura, porque vivimos en una sociedad enormemente comunicada. Hay más interés en conocer el punto de vista de una escritora india que el de una española. Luego tenemos el problema del mercado, que está empujando a las editoriales y a la industria editorial al best seller.
¿Eso es bueno o malo?
En principio no es bueno ni malo, es eficaz. Es un empobrecimiento de la oferta. Por la crisis se incide en el best seller y se queda fuera una literatura que no tiene esa vocación tan exclusiva de ser vendida.
El libro electrónico, Internet, ¿beneficia o perjudica a los autores?
Una cosa es la industria cultural y otra es la creación. Habrá que ver de qué manera el creador puede seguir pensando que la literatura es un sistema de vida, aunque tampoco los creadores vivamos de la literatura, sino de conferencias, de múltiples trabajos alrededor de la literatura. De lo que son derechos de autor viven muy pocos, los grandes escritores, los que han triunfado.
Los de los best sellers.
Y luego algunos que también son buenos y han triunfado. Pero claro, el creador tiene que ser pagado. Los adelantos son los adelantos y habrá que buscar un sistema para que el creador tenga un dinero por su producto.
¿El best seller es el enemigo del creador?
No lo es tanto el best seller como el sistema de mercado, que sí que es enemigo de cierta literatura. Más que el enemigo, el rival. El rival ocupa mucho espacio, llega a todas las librerías y está en todas las estanterías. El problema es que la literatura del público no best seller casi no tiene lugar donde exponerse hoy día, ya no le van quedando muchos huecos. En realidad los libros se venden en las grandes superficies y las grandes superficies ya tienen ese aspecto de supermercado de cualquier cosa, y allí no tiene mucho espacio la otra literatura. Cuando en momentos de penuria y dificultad no se puede diversificar, entonces la apuesta es más hacia el best seller.
¿Es pesimista u optimista?
Tengo que ser optimista, porque no tengo más remedio, para eso me dedico a esto. Yo escribo novelas, quiero que se editen y pongo mucha fe en ello. No espero milagros ni que ésto sea una profesión para el éxito comercial.
Usted no es J.K. Rowling, ni su obra la saga Harry Potter.
No, sé lo que hago en ese sentido. Hablo de cosas que no a todo el mundo le interesan porque no buscan ese entretenimiento inmediato, aunque sí que me gusta seducir al lector, entretenerlo y contarle cuentos. No es mi objetivo principal, no estoy dotada, aunque quisiera no podría escribir Harry Potter.
¿Qué libro añora escribir?
La meta es como un camino en el que van surgiendo siempre nuevas cosas. La novela en la que estoy ahora es de un joven que tiene que partir de cero en su vida porque tiene un accidente. Ahora me colma, pero sé que en el momento que la tenga escrita ya no va a ser esto. Lo que quiero es escribir esta novela bien, que interese, que haya podido expresar todo lo que yo quiero. Es parte de la vida partir de cero y en cierto modo es lo que hacemos cuando nos levantamos cada mañana.
¿A quién o qué admira?
Admiro a las personas que saben estar en la vida con independencia y sin perder esa dignidad que perdemos y esa apostura, mantenerse uno mismo.
Estudió periodismo y políticas. ¿Ve a Carme Chacón como candidata a la presidencia?
Perfectamente, por qué no. Es una de las bazas que puede tener.
¿Mejor que Rubalcaba?
Ellos verán, pero desde luego es más sorprendente, desde el punto de vista del PSOE. Si yo fuera Zapatero, Chacón sería una opción interesante. También fíjese en el PP, ¡qué mujer tiene!, Esperanza Aguirre es una fuerza de la naturaleza.
POR SILVIA GAMO FOTO: PEDRO CORRO
“La RAE es como el Parlamento inglés: buenos modos, pero se dice de todo”
04/03/11
04/03/11
¿Qué tal se encuentra la RAE? ¿Se esperaba lo que ha encontrado?
Estoy encantada de estar en una institución más viva de lo que me imaginaba. No tenía una imagen concreta de lo que era, no me lo había planteado como un objetivo en mi vida. Es un lugar de trabajo y de polémica. Se trabaja sobre las palabras, se discute sobre ellas, se rehacen las definiciones, me gusta. Luego está la parte de la polémica, hay mucho debate.
¿La RAE está tan apartada de la calle como parece?
La RAE es un reflejo de lo que existe en la sociedad. Lo que pasa es que hay muchas tendencias, académicos más alejados de la sociedad y otros muy metidos en ella. La RAE está hecha de personas y yo lo que veo en el día a día, desde luego es como la calle.
¿Qué le gustaría aportar a la RAE?
Mi posición como creadora es más libre y más amplia. En todas las discusiones yo me siento muy libre de prejuicios, no tengo el peso de la norma. Ese espíritu independiente es lo que puedo aportar.
Cinco mujeres frente a 41 hombres. ¿La RAE es una institución machista?
Lo que sí que ha sido es una institución que vetaba la entrada a las mujeres. Ahora no es así, en absoluto me siento tratada de una manera distinta por ser mujer. La idea de vetarlas es una injusticia, pero ver a las mujeres ya es un segundo paso, porque existe una especie de prejuicio que impide verlas. Estamos en este proceso, de que se vaya cayendo un poco ese velo que se tiene en las grandes instituciones, no solamente en la RAE.
¿Es miembro o miembra de la RAE?
De momento soy miembro. Yo sería partidaria de no incidir en polémica, porque en realidad es la sociedad la que produce los cambios y no el lenguaje, el lenguaje como motor de cambio sería un dirigismo. No parece que sea un tema candente, son cosas mucho más políticas que reales. Entiendes que todo lo político quiera impregnar a la sociedad de su ideología, pero es que es un empobrecimiento. La sociedad es mucho más rica que la política y ya decidirá. La igualdad va por otro lado, en la consideración, en un respeto.
¿Habrá una presidenta de la RAE?
Pues muy probablemente, por qué no. En este momento los creadores no somos proclives a dirigir nada, porque nos coarta la libertad y somos muy celosos de nuestro tiempo, pero yo desde luego lo apoyaría.
La RAE acaba de aprobar una nueva ortografía, muy polémica. ¿Está de acuerdo con todos los cambios?
Por supuesto que no, ¿cómo vas a estar de acuerdo con todos los cambios? La ortografía ha intentado aunar los criterios en toda Latinoamérica. Ha sido más una labor de unión con otras lenguas. El debate de fondo para mí sería la obligatoriedad de la norma, eso yo lo pondría en cuestión, no hay que ser rígido en eso. Que no fueran unas normas que puedan ser motivo de una sanción. Comprendo que la norma rígida siempre es mucho más fácil de aplicar. La ortografía es importante, pero la pondría un poco en un paraguas normativo más suave.
Algunos alumnos estarán encantados de oír esto. Se suspende por faltas de ortografía.
Me ha parecido siempre muy doloroso y muy injusto. El profesor comprenderá cuándo se ha cometido una falta por una casualidad o cuándo es una cosa que no está clara. La idea de que por una falta, como por un pecado, te vas al infierno...
Y cuando dice estas cosas en la RAE...
Hay mucha polémica, nadie está de acuerdo con nadie. Es una de las sorpresas agradables. Yo me expreso más en la comisión de trabajo porque allí el trabajo es la palabra. Esas cosas no las digo en la RAE, pero allí se dice esto y mucho más.
¿Insultos también?
Mejor me callo... Es como el Parlamento inglés, con muy buenos modos, el don, la doña por delante y tratándose de usted en las juntas, pero se dice de todo en la RAE.
Ponga un ejemplo, por favor.
No, no.
¿Hay una mala influencia de las nuevas tecnologías en nuestro lenguaje?
Son lenguajes específicos, está el lenguaje del teléfono móvil, el SMS, los e-mails, siempre han existido los lenguajes específicos. Ese no es el problema del empobrecimiento del lenguaje, este está en una deficiencia educativa. Una persona que ha sido introducida en la lengua y en la literatura con mucha riqueza va a valorar el lenguaje, eso se da en el sistema educativo. Exigiría un esfuerzo económico y no parece que el interés general de las sociedades vaya por ahí, ahí sí que está el reto.
¿Por qué momento pasa la literatura española hoy?
Este es un momento muy disperso. Ya no existen unas características claras de lo que es nuestra literatura, porque vivimos en una sociedad enormemente comunicada. Hay más interés en conocer el punto de vista de una escritora india que el de una española. Luego tenemos el problema del mercado, que está empujando a las editoriales y a la industria editorial al best seller.
¿Eso es bueno o malo?
En principio no es bueno ni malo, es eficaz. Es un empobrecimiento de la oferta. Por la crisis se incide en el best seller y se queda fuera una literatura que no tiene esa vocación tan exclusiva de ser vendida.
El libro electrónico, Internet, ¿beneficia o perjudica a los autores?
Una cosa es la industria cultural y otra es la creación. Habrá que ver de qué manera el creador puede seguir pensando que la literatura es un sistema de vida, aunque tampoco los creadores vivamos de la literatura, sino de conferencias, de múltiples trabajos alrededor de la literatura. De lo que son derechos de autor viven muy pocos, los grandes escritores, los que han triunfado.
Los de los best sellers.
Y luego algunos que también son buenos y han triunfado. Pero claro, el creador tiene que ser pagado. Los adelantos son los adelantos y habrá que buscar un sistema para que el creador tenga un dinero por su producto.
¿El best seller es el enemigo del creador?
No lo es tanto el best seller como el sistema de mercado, que sí que es enemigo de cierta literatura. Más que el enemigo, el rival. El rival ocupa mucho espacio, llega a todas las librerías y está en todas las estanterías. El problema es que la literatura del público no best seller casi no tiene lugar donde exponerse hoy día, ya no le van quedando muchos huecos. En realidad los libros se venden en las grandes superficies y las grandes superficies ya tienen ese aspecto de supermercado de cualquier cosa, y allí no tiene mucho espacio la otra literatura. Cuando en momentos de penuria y dificultad no se puede diversificar, entonces la apuesta es más hacia el best seller.
¿Es pesimista u optimista?
Tengo que ser optimista, porque no tengo más remedio, para eso me dedico a esto. Yo escribo novelas, quiero que se editen y pongo mucha fe en ello. No espero milagros ni que ésto sea una profesión para el éxito comercial.
Usted no es J.K. Rowling, ni su obra la saga Harry Potter.
No, sé lo que hago en ese sentido. Hablo de cosas que no a todo el mundo le interesan porque no buscan ese entretenimiento inmediato, aunque sí que me gusta seducir al lector, entretenerlo y contarle cuentos. No es mi objetivo principal, no estoy dotada, aunque quisiera no podría escribir Harry Potter.
¿Qué libro añora escribir?
La meta es como un camino en el que van surgiendo siempre nuevas cosas. La novela en la que estoy ahora es de un joven que tiene que partir de cero en su vida porque tiene un accidente. Ahora me colma, pero sé que en el momento que la tenga escrita ya no va a ser esto. Lo que quiero es escribir esta novela bien, que interese, que haya podido expresar todo lo que yo quiero. Es parte de la vida partir de cero y en cierto modo es lo que hacemos cuando nos levantamos cada mañana.
¿A quién o qué admira?
Admiro a las personas que saben estar en la vida con independencia y sin perder esa dignidad que perdemos y esa apostura, mantenerse uno mismo.
Estudió periodismo y políticas. ¿Ve a Carme Chacón como candidata a la presidencia?
Perfectamente, por qué no. Es una de las bazas que puede tener.
¿Mejor que Rubalcaba?
Ellos verán, pero desde luego es más sorprendente, desde el punto de vista del PSOE. Si yo fuera Zapatero, Chacón sería una opción interesante. También fíjese en el PP, ¡qué mujer tiene!, Esperanza Aguirre es una fuerza de la naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario