Fotomontaje de dos imágenes de la muestra del brasileño Alécio de Andrade.
- El fotógrafo Alécio de Andrade recorrió 39 años las salas del museo francés
- Tomó 12.000 fotografías, de las cuales 88 están en la muestra de PHotoEspaña
- Recibió influencias de Cartier-Bresson y la búsqueda por el 'instante decisivo'
Los visitantes se convierten en los protagonistas de en uno de los museos más famosos del mundo. En un "instante decisivo", que dura el pulsar del botón de una cámara fotográfica, dejan su rol de espectadores para ser parte de una moldura. El principal atractivo no es la "Mona Lisa", de Leonardo da Vinci, tampoco la escultura griega Venus de Milo. En el parisiense Louvre, la obra de arte más importante es el propio visitante.
Esa inversión de papeles es resultado de casi treinta y nueve años en que el brasileño Alécio de Andrade recorrió las salas del museo francés, tomando más de 12.000 fotografías. Desde del 2 de junio, 88 de esas imágenes pueden ser contempladas en Casa de América, que acoge la exposición del fotógrafo "El Louvre y sus visitantes". La muestra integra la programación del festival PHotoEspaña 2011 y estará abierta al público hasta el 11 de septiembre.
El artista retrata diferentes etapas de una visita. Ilustra la apropiación del espacio por el público, su relación con las obras y reacciones, desde la curiosidad hasta la indiferencia.
Dos niños apuntando para el cuadro "Una odalisca", de Jean-Auguste Dominique Ingres, otro escalando las paredes del Louvre para se entretener. Un trío de monjas mirando una pintura de tres mujeres desnudas. Un mochilero y una mujer sin zapato. La muchedumbre subiendo y bajando las escaleras en espiral del museo. Hombres con ropas deportivas, otros de gala. Una pareja de ancianos y una chica que transforma uno de los banquillos del museo en cama.
Son los visitantes el punto de mira de Andrade. El artista los registra, en la mayoría de las veces, en primer plano. Los hace tomar la escena del Louvre y ofuscar algunas de las obras más emblemáticas del mundo. "El público se convierte en escultura. El fotógrafo transforma el animado en inanimado y consigue resultados inquietantes", analiza el crítico de fotografía y compatriota de Andrade, Eder Chiodetto, que vino a Madrid para impartir una conferencia en el festival.
Las impresiones de Chiodetto son comprobadas por el público: "Al ver la muestra, me siento como se estuviera en la fotografía. Me encanta el hecho de que el artista pegue la gente en flagrante. Las actitudes de los visitantes son las nuestras. Todo es familiar. Se cansa, se aburre, se apoya. Es como si fuera yo el protagonista", comenta Miguel Chamorro, jubilado de Valladolid, mientras recurre la exposición en Casa de América.
Bresson en la vena de Andrade
Fotógrafo, poeta y pianista. Alécio de Andrade siempre estuvo rodeado de artistas, escritores y músicos de todo el mundo. De brasileño, se convirtió en una figura global. "Andrade era un fotógrafo viajero", añade Eder Chiodetto.
Se mudó a París en 1964, donde vivió hasta su muerte. Realizó fotografías para algunos medios como Newsweek y Elle y fue miembro de Magnum Photos. En la capital francesa, fue imposible no tener a Henri Cartier-Bresson como una de sus principales referencias.
Según el crítico de fotografía Chiodetto, además de que la obra de Andrade esté marcada por el uso del blanco y negro, es posible ver la influencia de Bresson en la búsqueda por el "instante decisivo", uno de los dogmas del célebre fotógrafo francés, considerado por muchos como el padre del foto-reportaje.
"Cartier-Bresson valoraba el don de la invisibilidad, en el que el fotógrafo pasa desapercibido. Además, la fotografía espontánea, como las que se puede ver en la muestra de Andrade", explica.
Otros aspectos destacados en la obra del brasileño son la relación entre figura y fondo y la humanización. "También son fuertes características de la fotografía francesa", opina el crítico.
Otra mirada para América Latina
Tras participar tres veces de festival PHotoEspaña como espectador, el crítico de fotografía brasileño Eder Chiodetto vuelve a Madrid, este año, como exponente. En la conferencia que impartió el pasado miércoles en el Conservatorio de la Secretaria General Iberoamericana (Segib), Chiodetto habló sobre el nuevo panorama de la fotografía en Brasil.
Él transcurrió desde los finales de los años 40, en la época del concretismo en la que tenía Geraldo de Barros como uno de los principales precursores, hasta la actualidad, con la generación 00 y la fotografía experimental.
"Los artistas transitan entre los suportes del imágen, investigan. La fotografía experimental es más abstracta, conceptual. Visa más las gallerías de arte y museos que publicaciones", describe.
El también periodista y especialista en Comunicación y Artes destaca la necesidad de transformar la "visión reduccionista" sobre América Latina. "Las muestras de fotografía, de modo general, siempre traen imágenes que tratan la violencia, la miseria y la cuestión de la identidad", cuenta.
Según Chiodetto, esa sería una interpretación prejuiciosa. "Ya estamos fuera de esas cuestiones, a ejemplo de nuestras producciones experimentales y artísticas. Es hora de innovar, somos muchos más que eso", dice.
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